"Es un antidepresivo natural, debido a la segregación de endorfinas", así ayuda el ciclismo a la salud mental

En un mundo en el que vivimos acelerados por las rutinas de las obligaciones, cuesta encontrar un hueco para cuidar de nuestra salud. La vamos dejando en un segundo plano, inconscientemente y cuando lo hacemos, parece como si nos estuviéramos dando un capricho o recibiendo un premio.

Lo cierto es que la práctica deportiva es un alivio para nuestra salud mental, además de la física. Se trata de encontrarnos bien. Uno de esos deportes que hacen tanto bien a nuestra salud mental es montar en bicicleta, independientemente de si es estática o de si optamos por hacerlo en el exterior. La cuestión es que hagamos trabajar a nuestro corazón porque pedalear no solo nos mantiene en forma, sino que también tiene un impacto positivo en nuestro bienestar emocional y psicológico.

Según un estudio, el ejercio puede reducir la aparición de trastornos neurodegenerativos asociados con la edad, como la enfermedad de Alzheimer y la demencia vascular, pero eso es a largo plazo. En un periodo más corto, podemos encontrar otros beneficios.

Antidepresivo, contra el estrés y la ansiedad

Uno de los beneficios más evidentes del ciclismo es la reducción del estrés ya que el pedaleo ayuda a que el cuerpo libere endorfinas que son las hormonas de la felicidad, por lo que va a mejorar nuestro estado de ánimo.

Además, vamos a notar cómo nuestra mente se va calmando ya que el ritmo del pedaleo nos produce un efecto similar al de la meditación. Esto quiere decir que, por un tiempo, vamos a desconectar de nuestras preocupaciones y nos vamos a enfocar en lo que estamos haciendo, por lo que nuestros nieveles de cortisol empiezan a regularse y terminamos más calmados y relajados.

La psicóloga deportiva Manuela Rodríguez Marote declara en el portal de la Federación Española de Ciclismo que "es un antidepresivo natural porque ayuda a liberar endorfinas. Las personas que montan en bicicleta son menos propensas a sufrir depresión o ansiedad".

Oxigena el cerebro

Toda actividad física que se practique de manera regular tiene una repercusión directa en el sistema nervioso, ya que estabiliza los niveles de adrenalina y reduce los síntomas de ansiedad. Y si lo unimos al beneficio de hacer un ejercicio aeróbico como es el ciclismo, tenemos una mejora de la circulación sanguínea que se traduce en una mayor oxigenación del cerebro.

Cuando tenemos el cerebro más limpio, tenemos también más claridad mental, mejor concentración y pensamientos más fluidos. Con esta mejora en la función cognitiva conseguiremos tener una perspectiva más equilibrada con la que poder resolver los problemas de una manera más cauta.

Introducción a la práctica de ciclismo

Todo inicio por muy fácil que sea, lleva su tiempo y adaptación. Aunque digan que "montar en bici nunca se olvida", hay que escuchar al cuerpo y montar en bici cansa mucho, no es como los profesionales que hemos visto en la vuelta ciclista pasar por las arterias principales de Sevilla.

Cuando se pedalea durante un tiempo y una distancia considerable es normal que nuestros músculos estén fatigados. Así que toma los descansos que sean necesarios para evitar lesiones que interrumpan tu rutina.

A medida que te sientas más seguro, comienza a desafiarte un poco más. Puedes aumentar la distancia de tus rutas, buscar terrenos con más pendientes o incrementar la velocidad gradualmente. El progreso constante te ayudará a mejorar tu condición física y a mantenerte motivado.

Para mantener el interés y disfrutar más de la experiencia, explora diferentes rutas y paisajes. Hacer ciclismo en grupo puede ser una excelente manera de mantenerte motivado y aprender de otros ciclistas. Además, la socialización hace que la actividad sea más divertida y te da la oportunidad de compartir consejos y experiencias.

Ponerte pequeños objetivos como completar una distancia específica o participar en algún evento deportivo, puede ayudarte a motivarte para continuar con el entrenamiento. Pero lo más importante es que disfrutes haciendo esta actividad, sin presiones ni obsesiones por conseguir los objetivos.