Ni alimento, ni medicamento: el glucomanano es el complemento alimenticio científicamente probado que nos ayuda a adelgazar
Investigación y Tecnología
Su acción principal se desarrolla en el sistema digestivo y destaca por su alta capacidad de absorción de agua
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El glucomanano es una fibra dietética natural que se ha vuelto popular en los últimos años debido a sus numerosos beneficios para la salud. Se extrae de la raíz de la planta Amorphophallus konjac, una especie originaria de Asia, particularmente de regiones como Japón y China, donde ha sido utilizada durante siglos tanto en la cocina como en la medicina tradicional.
El glucomanano se destaca por su alta capacidad de absorción de agua, lo que le permite formar un gel espeso y viscoso cuando entra en contacto con líquidos, convirtiéndolo, según estudios publicados, en una fibra soluble excepcionalmente efectiva.
¿Cómo funciona en el organismo?
Cuando el glucomanano es consumido, su acción principal se desarrolla en el sistema digestivo. Al llegar al estómago, esta fibra absorbe grandes cantidades de agua, incrementando su volumen hasta 50 veces en comparación con su tamaño original. Como resultado, se forma un gel denso que ocupa espacio en el estómago, proporcionando una sensación de saciedad prolongada.
Este efecto es especialmente útil para aquellas personas que buscan controlar su peso, ya que al reducir el apetito y retrasar el vaciamiento gástrico, el glucomanano ayuda a disminuir la ingesta calórica de manera natural. De hecho, esta propiedad ha llevado a que muchos productos adelgazantes incorporen glucomanano como ingrediente clave.
Además de su efecto en la regulación del apetito, el glucomanano desempeña un papel importante en la mejora del tránsito intestinal. Al tratarse de una fibra soluble, su presencia en el intestino promueve la formación de heces más voluminosas y suaves, lo que facilita su eliminación y previene el estreñimiento. Esta acción también contribuye a mantener un sistema digestivo sano y equilibrado, ayudando a prevenir trastornos intestinales comunes.
Por otro lado, el glucomanano actúa como prebiótico, es decir, sirve de alimento para las bacterias beneficiosas presentes en el intestino, favoreciendo así un equilibrio adecuado de la microbiota intestinal. Esta propiedad es fundamental para el mantenimiento de la salud digestiva y el fortalecimiento del sistema inmunológico.
Capacidad para regular la glucosa en sangre
Otro de los efectos destacados del glucomanano en nuestro cuerpo es su capacidad para regular los niveles de glucosa en sangre. Al retrasar la absorción de los carbohidratos y el paso de los azúcares al torrente sanguíneo, este compuesto ayuda a evitar picos de glucosa después de las comidas.
Esto resulta especialmente beneficioso para las personas con diabetes tipo 2, ya que puede contribuir al control de la glicemia y mejorar la sensibilidad a la insulina. La viscosidad del gel formado por el glucomanano también reduce la velocidad del vaciamiento gástrico, lo que prolonga la digestión y permite que la energía de los alimentos se libere de manera gradual. De esta manera, se evitan subidas bruscas de azúcar en sangre y se mantiene una mayor estabilidad metabólica.
El glucomanano también tiene un impacto positivo en la reducción de los niveles de colesterol en sangre. Al viajar por el tracto digestivo, esta fibra soluble captura ácidos biliares y colesterol, impidiendo que sean absorbidos por el organismo.
Posteriormente, estos compuestos son eliminados a través de las heces, lo que contribuye a reducir el colesterol total y el colesterol LDL, conocido popularmente como 'colesterol malo'. Este efecto es de gran relevancia para la prevención de enfermedades cardiovasculares, ya que los niveles altos de colesterol pueden obstruir las arterias y aumentar el riesgo de problemas como la arteriosclerosis y el infarto.
Si bien el glucomanano ofrece numerosos beneficios, su consumo debe realizarse con precaución. Debido a su capacidad de absorción de agua, es fundamental acompañarlo con abundante líquido para evitar posibles obstrucciones en el esófago o el tracto digestivo. En este sentido, la farmeceútica Irene Suárez de Tu farmacéutico informa, nos explica cuándo y cómo tomar el glucomanano.
Además, un consumo excesivo podría provocar efectos secundarios como distensión abdominal, gases o diarrea. Por ello, es recomendable respetar las dosis diarias sugeridas y consultar a un profesional de la salud antes de incorporar suplementos de glucomanano, especialmente en personas con condiciones médicas preexistentes o que estén tomando medicamentos, ya que esta fibra podría interferir con su absorción.
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