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El estrés es un constante en la vida de miles de adultos que ven como el trabajo y su situación familiar los consumen diariamente y no saben cómo cuadrar todo para llegar a hacer lo que tienen que hacer. Ese estrés constante, donde el cortisol está presente a diario tiene graves repercusiones si esas situaciones se prolongan en el tiempo y una de ellas es en la vista.
Los andaluces lo tienen claro y 7 de cada diez consideran que la vista les hace disfrutar más de la vida, según una encuesta llevada a cabo por Miranza, grupo líder en oftalmología. Se trata del III Barómetro de Bienestar Ocular, promovido por el Grupo de clínicas oftalmológicas, en el marco del Día Mundial de la Visión, que se celebra este jueves 12 de octubre.
El Barómetro pone de manifiesto que, pese a la importancia que damos a la visión, lo cierto es que, según el índice que incluye este estudio, los andaluces logran solo un aprobado justo en lo que se refiere a nuestro estado ocular, con un 5.45 sobre 10, una nota que varía levemente al alza con respecto al año pasado. Si bien la mayoría de encuestados, un 75 %, percibe su salud ocular como “razonable”, el porcentaje desciende al 40 % si solo consideramos a aquellos que opinan que es ‘buena o excelente’.
Curiosamente, mientras otorgamos un gran protagonismo a nuestra vista para disfrutar de la vida, cuando no somos capaces de disfrutarla del todo por estrés y ansiedad, nuestra salud ocular se resiente, entrando así en un bucle que nos impide tanto el bienestar ocular, como vital. Según refleja el III Barómetro de Miranza, las personas que reconocen sufrir estrés o ansiedad (la mitad de los encuestados), son también uno de los colectivos que peor valora su estado ocular. Frente a ello, el Dr. Alió del Barrio, oftalmólogo de Miranza, explica que "actualmente, estamos sufriendo las consecuencias de dos epidemias que impactan en la salud y el bienestar ocular y una de ellas es la ansiedad y estrés, que, además de provocar de forma directa alguna patología como la coriorretinopatía serosa central, que afecta a la retina, comportan un mayor riesgo de sufrir diabetes, problemas del sueño, trastornos alimenticios y migrañas, lo cual repercute en la visión y empeora procesos como el ojo seco... Es un círculo vicioso".
La segunda gran epidemia que amenaza la salud y bienestar ocular de los españoles es el abuso de pantallas, que aumenta la miopía infantil, los espasmos acomodativos especialmente entre las personas con presbicia o vista cansada, y el ojo seco, sobre todo con la menopausia.
Según el especialista de Miranza, "se calcula que, en el año 2050, el 50 % de la población será miope, algo que debe preocuparnos ya que este defecto refractivo, más allá de ser un problema de graduación, conlleva mayor riesgo de padecer enfermedades de retina y glaucoma". El oftalmólogo aconseja realizar descansos visuales mirando a lo lejos e incrementar la actividad al aire libre, además de valorar el tratamiento con colirios de atropina para frenar la miopía, especialmente en la edad infantil.
Por su parte, la Dra. Itziar Martínez Soroa, oftalmóloga de Miranza, explica que "la relación del ojo seco con las pantallas responde, principalmente, a la reducción del parpadeo al fijar la mirada en la pantalla, ya que los párpados funcionan como el parabrisas de un coche y la exposición ocular altera la película lagrimal y la superficie ocular". La doctora aconseja la obtención de un diagnóstico preciso, ya que "se trata de una enfermedad multifactorial, que requiere un abordaje personalizado, para lo que, más allá del uso de lágrimas artificiales, actualmente contamos con tecnología aplicada, como la luz pulsada, y con la que logramos controlar de forma muy efectiva los síntomas de este creciente síndrome ocular".
Otro de los resultados del estudio muestra cómo el 82 % de encuestados en Andalucía de entre 41 a 64 años afirma que le preocupa su vista y son los más conscientes de la necesidad de cuidarla (94 %). Pese a ello, y aunque en general, 8 de cada 10 personas creen que hay que revisar la vista anualmente, a la hora de la verdad, el promedio de revisiones no llega a una al año.
En cuanto al mayor grado de preocupación y a la mala percepción de su estado ocular de la franja de edad de los 41 a los 64, la Dra. Itziar Martínez Soroa confirma que "los 40 es la 'edad del susto", en la que debutan los primeros problemas de visión para muchas personas, con la aparición de la presbicia o vista cansada, algo que ocurre, además, en una época de la vida plenamente activa y muy exigente tanto en el ámbito laboral, como familiar y social".
Otro grupo que se muestra más pesimista que el resto en cuanto a su salud ocular es el de los portadores de gafas o lentillas, un colectivo que, además, siente molestias asociadas al uso de corrección óptica, especialmente por las lentillas. En este sentido, el Dr. Jorge Alió del Barrio explica que, “por un lado, es normal que las personas que usan corrección óptica sean más pesimistas sobre su estado ocular, ya que son conscientes de que precisan una ayuda para poder ver bien y desenvolverse, y esta sensación de dependencia marca una diferencia”.
"Además -añade el oftalmólogo- existe cierto riesgo en algunos portadores de lentillas que hacen un mal uso de las mismas, por excederse en horas, por un mantenimiento inadecuado, etc., a sufrir infecciones corneales". Por tanto, el especialista advierte de que "es importante extremar las precauciones con las lentes de contacto y racionalizar su uso, así como tener en cuenta que, en la edad adulta, alternativas como la cirugía refractiva, con un menor riesgo de infección".
El III Barómetro de Miranza también refleja que más de la mitad de los andaluces de cualquier franja de edad considera que no es posible evitar la pérdida de visión (solo 4 de cada diez considera que sí lo es). Según los expertos, esta creencia puede responder a la poca vinculación que la población establece entre su estilo de vida, su salud ocular y su agenda de revisiones oftalmológicas, así como en el poco conocimiento de los grandes avances de los que disponemos actualmente para solucionar los problemas oculares, con cirugías mínimamente invasivas para la cirugía refractiva, catarata y presbicia con lentes premium, trasplantes corneales lamelares, dispositivos para glaucoma, avances para la DMAE con inyecciones de nuevos medicamentos y tecnología aplicada para tratamientos del ojo seco, entre otros.
Precisamente, una de las conclusiones más llamativas del estudio es la poca concienciación sobre la relación del estilo de vida con la salud y el bienestar ocular. Mientras sí se observa cierta relación con la herencia, la contaminación, el clima, todos ellos factores externos, “se desconoce o, tal vez, no se quiere admitir, su relación con hábitos que dependen 100 % de uno mismo, de nuestra elección y en gran medida, de nuestra fuerza de voluntad, como son fumar, la alimentación, el ejercicio físico”, explican los especialistas de Miranza.
Por otro lado, el estudio refleja que al menos 1 de cada 4 andaluces tiene síntomas de problemas visuales, siendo los más frecuentes, por este orden, la visión borrosa, la sensibilidad a la luz, la sensación de pérdida de visión, la irritación, picor o escozor y la sequedad en los ojos.
Además, astigmatismo, presbicia y miopía lideran el ranking de patologías oculares diagnosticadas en Andalucía, según los datos del estudio.
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