Adiós a los glúteos planos: un experto da las claves para trabajarlos y notar los resultados

Los glúteos son una parte de nuestro cuerpo que nos cuesta trabajar y mantener ya que requieren cuidado y atención constante. Es fácil que por la edad, nuestros hábitos de vida o por el paso del tiempo en el que interfieren los cambios hormonales, nuestros glúteos vayan adoptando una forma con la que no nos sentimos cómodos.

¿A quién no le gusta lucir unos glúteos levantados y pomposos? Partiendo de la base de que no hay soluciones mágicas, el compromiso con la práctica de unos hábitos saludables puede marcar la diferencia y ayudarnos a sentirnos mejor tanto física como emocionalmente.

Ahora que han pasado las Navidades y la culpa por haber ganado algunos kilos nos invade, toca ponerse "manos a la obra" para rebajarlos. Para ello, el experto en entrenamiento para mujeres, Iván Sánchez, nos da algunas claves para pasar de tener unos glúteos planos a unos tan redondos como si fueran una burbuja.

Lo primero que tenemos que tener en cuenta es que el glúteo es un músculo muy grande y necesita un extra de fuerza en cada serie que hagamos. Por eso, hay que empezar con un ejercicio que nos obligue a empujar la cadera, después hay que hacer otra serie que incluya una extensión de caderas y otra de extensión en rodillas y, por último, acabar con un ejercicio de abducciones para que "el bombeo sea mayor y conseguir esa redondez de tu glúteo", concluye el entrenador de mujeres.

Factores que perjudican a nuestros glúteos

Uno de los principales motivos es el sedentarismo. Pasamos cada vez más tiempo sentados, ya sea trabajando delante de un ordenador, viendo televisión o, incluso, si cogemos el coche para hacer cualquier desplazamiento.

Cuando pasamos mucho tiempo sentados, los músculos de los glúteos no se activan como deberían. Esto puede llevar a lo que se conoce como "amnesia glútea", un término que describe cómo los glúteos pierden fuerza y funcionalidad debido a la falta de uso. A medida que los músculos se vuelven menos activos, pierden su tono, lo que contribuye a esa apariencia flácida.

Otro factor importante es el envejecimiento. Con el paso de los años, el cuerpo experimenta cambios naturales, como la pérdida de colágeno y elastina en la piel, que son dos componentes imprescindibles en el mantenimiento de la elasticidad y firmeza de la misma. A medida que disminuyen, se vuelve más delgada y menos resistente, lo que hace que los glúteos se vean menos definidos. Además, la masa muscular también tiende a reducirse con la edad si no se mantiene un régimen regular de ejercicios.

La alimentación también juega un papel crucial. Una dieta pobre en proteínas, que son esenciales para la reparación y el mantenimiento muscular, puede contribuir a la pérdida de masa muscular en los glúteos. Además, el exceso de carbohidratos refinados y grasas no saludables puede favorecer la acumulación de grasa en esta área, lo que puede dar una apariencia menos tonificada.

El trabajo es personal

A la hora de trabajar cualquier parte de nuestro cuerpo, por muy efectivos que sean los ejercicios, debemos tener en cuenta que cada entrenamiento es personal. En el caso de los glúteos, tenemos que intentar no favorecer un desequilibrio muscular, es decir, que cuando algunos músculos del cuerpo trabajan más que otros, los glúteos pueden "delegar" su función a otras áreas, como los músculos de las piernas o la espalda baja. Esto no solo afecta la apariencia de los glúteos, sino que también puede provocar problemas de postura y dolor.

Por otra parte, Iván Sánchez nos recomienda conocer primero la anatomía de nuestro glúteo ya que "los ejercicios tienen que tener un orden y una estrategia" basada en el tipo de glúteos que tenemos, en cómo se moldean y a partir de ahí, establecer las series, las repeticiones, la frecuencia o la intensidad con la que tenemos que trabajarlos.