Usos y efectos secundarios de loratadina, un antihistamínico para la fiebre del heno y otras alergias

Las alergias son especialmente molestas por los síntomas que producen. Algunas de ellas dan pie a sufrir estornudos, secreción nasal o picor en ojos, nariz y garganta. Afortunadamente, se puede contar con medicamentos que ayuden al tratamiento de la sintomatología, como es la loratadina.

¿Qué es la loratadina y para qué suele pautarse?

La loratadina es un medicamento antihistamínico que se usa para el alivio temporal de los síntomas de la rinitis alérgica (la fiebre del heno) y otras alergias, como la alergia al polvo. Lo hace bloqueando los efectos de la histamina, una sustancia que se produce en el organismo cuando le afecta una alergia.

También se usa para tratar la urticaria alérgica y como muestran los prospectos de este medicamento genérico también puede ser usado por niños mayores de 6 años y superen los 30 kilogramos. Por debajo de ese peso se debe optar mejor por otro medicamento.

Si se tienen problemas de hígado, se debe consultar con un médico antes de tomar loratadina. Por otra parte, si se va a realizar pruebas cutáneas de alergias no se debe tomar loratadina al menos en los dos días previos a dichas pruebas, puesto que pueden alterarse los resultados.

En caso de tener otros tratamientos activos con medicamentos se debe informar a su médico o farmacéutico, para que le aconsejen si debe tomar o no loratadina. Esto se debe a que los efectos secundarios del medicamento pueden aumentar si se toma en conjunto con otros que alteran el rendimiento de las enzimas hepáticas o si se tienen problemas con este órgano.

El uso de loratadina está contraindicado en mujeres embarazadas y para aquellas en período de lactancia, puesto que el medicamento puede ser secretado y llegar al lactante a través de la leche materna.

Posibles efectos adversos

El tratamiento de loratadina para la alergia puede hacer que algunos pacientes sufran efectos secundarios. Los más frecuentes son los siguientes:

• Somnolencia.
• Dolor de cabeza.
• Aumento del apetito.
• Insomnio o problemas para dormir.

De forma menos común pueden darse casos de:

• Reacción alérgica grave.
• Mareos.
• Convulsiones.
• Cambios del ritmo cardíaco.
• Náuseas.
• Sequedad en la boca.
• Problemas de hígado.
• Pérdida del cabello.
• Erupción cutánea.
• Cansancio.