Usos y posibles efectos adversos de Tranxilium, un medicamento para la ansiedad

El uso de ansiolíticos ha aumentado en España en los últimos años, haciendo que muchos nombres de estos medicamentos comiencen a ser cada vez más familiares para el público general. A este grupo de medicamentos pertenece Tranxilium.

¿Qué es y para qué se usa?

Tranxilium es un medicamento que pertenece al grupo de los tranquilizantes, que deriva así mismo de las benzodiazepinas. Según expresa su prospecto, este medicamento está indicado en "todas las manifestaciones de la ansiedad que puedan presentarse en los trastornos psicológicos cotidianos y cuya intensidad no alcance una dimensión psiquiátrica". Entre ellos se encuentran:

• Estados de ansiedad, que pueden estar o no relacionados con una enfermedad (afección orgánica).
• Estados depresivos con un componente de ansiedad.
• Trastornos del comportamiento provocados por la ansiedad, como la irritabilidad, la reacción viva a las emociones y los conflictos afectivos.
• Trastornos de sueño.
• Distonías neurovegetativas.
• Ansiedad en personas mayores, gravemente enfermas, en mujeres menopáusicas, etc.

Este medicamento no debe ser consumido en los siguientes casos:

• Si se tiene alergia a alguno de sus componentes.
• Si se padece de miastenia gravis, un problema muscular.
• Si se padece de insuficiencia hepática severa o respiratoria severa o descompensada.
• Si se padece de apnea del sueño.
• Si la persona que va a tomarlas tiene menos de 30 meses de edad (dos años y medio).

¿Qué es lo que se debe saber antes de tomar Tranxilium?

Tranxilium al derivar de las benzodiazepinas puede causar dependencia en el paciente, por lo que es fundamental seguir las instrucciones dadas por el médico respecto a la dosis por tomas y la duración del tratamiento. Una vez finalizado, lo habitual es que su médico vaya reduciendo la dosis de forma gradual. De esta forma se busca minimizar en lo posible el riesgo de desarrollar dependencia y no interrumpir el tratamiento de forma brusca que pueda causar un síndrome de retirada.

En el caso de tener ideas suicidas es necesario consultar con el médico antes de comenzar el tratamiento, puesto que el uso de Tranxilium podría enmascarar una depresión ya existente y ser contraproducente y llegar a ser peligroso para este tipo de pacientes.

No se debe tomar este medicamento en conjunto con oxibato de sodio, ya que pueden causarse problemas respiratorios. Tampoco al mismo tiempo que opioides, a no ser que lo indique su médico.

Es importante consultar a su médico qué medicamentos y complementos puede tomar durante el tratamiento con Tranxilium para evitar posibles reacciones entre ambos, especialmente aquellas que puedan suponer un riesgo para el paciente. El listado de medicamentos con los que se debe tener cuidado durante el tratamiento puede consultarse en el prospecto.

Posibles efectos adversos

El Tranxilium puede tener efectos adversos en los pacientes. Los más frecuentes son los siguientes:

• Somnolencia.
• Mareos.
• Astenia (cansancio).

De forma poco frecuente pueden sufrirse los siguientes efectos secundarios:

• Reacciones de hipersensibilidad.
• Disminución del tono muscular.
• Erupción cutánea.

En otras ocasiones pueden darse casos de alteración de la memoria (amnesia anterógrada), síndrome de rebote (que agrava la ansiedad que llevó a la pauta de este medicamento) o reducción de los reflejos mentales.

El listado completo de los efectos adversos que pueden producirse en el tratamiento con Tranxilium puede encontrarse en el siguiente enlace.