Tabaco calentado: qué es y cómo afecta a la salud
Investigación y Tecnología
El tabaco calentado tiene efectos perjudiciales para la salud y genera adicción ya que, al usarlo, se emiten sustancias peligrosas
El Gobierno equipara el tabaco calentado al tradicional y prohíbe los aromas
Citisina: el compuesto de origen vegetal que alivia los síntomas de abstinencia del tabaco
El tabaco calentado es un producto del tabaco que se calienta de manera electrónica sin combustión, pero con efectos nocivos para la salud ya que son productos de tabaco procesado que se calientan a una temperatura inferior a los 400º.
El tabaco calentado es una imitación de fumar de los cigarrillos tradicionales, pero usando dispositivos electrónicos los cuales llevan una batería, un software de control de calentamiento y una fuente de calor. Al calentarlos, producen aerosoles que contienen nicotina, sustancia altamente adictiva procedente del tabaco, y otras que provienen de aditivos y aromas añadidos, que son inhaladas por los usuarios a través de la boquilla.
Efectos en la salud
La composición de estos productos es realmente tóxica, pero los fabricantes se justifican alegando que al no haber combustión, se reducen las emisiones y, con ello, los daños para la salud en comparación con el tabaco tradicional, una afirmación que de momento carece de evidencia científica.
"Como todas las formas del tabaco", advierte el Ministerio de Sanidad, "el calentado tiene efectos perjudiciales para la salud y genera adicción ya que, al usarlo, se emiten sustancias peligrosas no solo para el que lo consume, sino también para las personas que están a su alrededor".
Por tanto, su uso está completamente desaconsejado al igual que tampoco puede servir como un producto para dejar de fumar.
En este sentido, el Boletín Oficial del Estado ha aprobado un Real Decreto en el que queda recogido que el tabaco calentado es equiparable al tradicional y, por consiguiente, debe llevar advertencias de que son perjudiciales para la salud. La normativa prohíbe además el tabaco calentado con aromas y otros productos, como filtros, papeles y cápsulas con aromatizantes. En esta normativa, quedan excluidos los cigarrillos vapeadores.
Reacciones al Real Decreto
El presidente de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC), Ramón Reyes, ha considerado “muy positiva” la decisión del Gobierno de equipar la regulación del tabaco calentado al tradicional, si bien le ha animado a dar más pasos para reformar la ley de 2010.
Reyes ha señalado que la prohibición de todos los productos con aromas, es “un primer paso” para abordar con “mayor profundidad” la puesta al día de la actual normativa sobre tabaco ya que el objetivo debe ser que en 2040 no haya ningún joven que consuma tabaco.
Por su parte, el presidente del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT), Francisco Pascual, también ha aplaudido la aprobación del real decreto ya que equipara la regulación del tabaco calentado a los cigarrillos tradicionales, pero le ha pedido “más pasos” para acabar con el consumo y reducir la prevalencia.
En declaraciones al portal EFE, Pascual ha valorado que el Gobierno se haya “puesto las pilas” y que haya “sacado del cajón un plan que estaba en punto muerto”, pero le ha emplazado a “no quedarse ahí” y que siga extendiendo las prohibiciones de fumar como en las terrazas, en todos los espacios donde se practique deporte y en las paradas de autobuses.
También te puede interesar