Síndrome del niño 'hiperregalado': Qué es y cómo evitarlo estas navidades

Estamos a días de celebrar una de las épocas más esperadas y mágicas del año: Navidad. Este año, además, la alegría viene multiplicada por una tranquilidad aparente en recuperar nuestras tradiciones sin la presencia amenazante del coronavirus. Volver a reunirnos con los nuestros, comidas con amigos, calles llenas de gente y la ilusión de los más pequeños en su cita anual con Papá Noel y sus Majestades los Reyes Magos. En estos días, árboles y hogares se llenan de dulces y regalos, una estampa sin la que ya no concebimos la Navidad. Sin embargo, en esta época de consumismo, también existen ciertos riesgos asociados. Sobre todo con los más pequeños, según advierten los psicólogos. La cantidad de producto y obsequios que reciben los niños durante estos días, puede desencadenar el llamado Síndrome del 'niño hiperregalado'.

Durante estas semanas, se gasta una media de 270 euros en un sinfín de regalos. De hecho, España se sitúa en los primeros lugares en gasto para Navidad y los niños son a quienes se destina un presupuesto más alto. Esta exposición continuada a una cantidad excesiva de regalos, en comparación con el resto del año, puede producir una sobreestimulación que se traduce en dificultad y sensación de frustración a la hora de valorar y disfrutar de los mismos. En ocasiones no es fácil intuir cuando un niño sufre el síndrome del niño hiperregalado, ya que lo normal es que los niños reciban más regalos de lo habitual durante esta época. Pero existen detalles en su comportamiento, indican los psicólogos, que pueden ayudar a los padres a detectarlo y ponerle remedio a tiempo. ¿Dónde está el límite? Te contamos todo lo que debes saber.

Señales del 'niño hiperegalado'

El síndrome del niño hiperregalado se relaciona, como hemos mencionado, con la sobreestimulación. Normalmente, los niños que generan estímulos excesivos ante cualquier escenario, emoción o cosa, suelen desarrollar apatía o desinterés. En el caso concreto de los regalos, los niños que están acostumbrados por sus padres a recibir muchos presentes, suelen dispersarse y no conseguir concentrarse en cada uno de ellos, provocando finalmente la pérdida de ilusión por tener algo especial y perdiendo el interés a los pocos días.

Algunos estudios señalan que el exceso de lo necesario, es más de lo que la emotividad de un niño puede aceptar. Asimismo, también generarán menos tolerancia a la frustración, es decir, ante un cambio con respecto a lo que el niño quería, desembocará en una rabieta. Esto puede generar un mensaje en la infancia de que recibir cosas materiales tiene mucha importancia, incluso más allá de otros valores que son importantes en esta época como la unión familiar o la solidaridad con los demás.

El el perfil de 'pequefelicidad' (@pequefelicidad), explican bien este síndrome y cómo puede afectar a los más pequeños, entre lo que destaca que cuantos más regalos se produce menos imaginación, menos concentración, menos orden, menos juego de calidad y más frustración en la vida adulta:

Cómo prevenirlo

Según indica Marta, la educadora de 'pequefelicidad', en los días previos es beneficioso dar pasos para educar a los más pequeños y prepararlos a esta situación:

1. Ordena, elimina o dona lo que ya no se usa para dar espacio a lo nuevo y que el pequeño vea lo que tiene y quiere entre los juguetes que ya posee.
2. Minimizar la exposición a pantallas o folletos de jugueterías que se llenan de publicidad y comienzan a producir un sobreestímulo en los niños
3. Es mejor que los niños escojan y hagan su carta en base a sus propios intereses y no influenciados por mensajes comerciales
4. Poner límites o reducir las expectativas en torno a lo que recibirán cuando se escriba la carta a los Reyes o Papá Noel

En cuanto a la cantidad adecuada de regalos, los expertos dicen que no hay una cifra exacta pero que la media de 10 regalos resulta excesiva. Así, recomiendan seguir la regla de los 4 regalos: "Algo que necesiten, algo que quieran, algo que ponerse y algo que leer". Así, se alejaran de los puros caprichos y recibirán también obsequios útiles. Asimismo, es importante hacerles saber que eso es algo excepcional y que tienen un valor que debe disfrutarse siempre que se reciban.

Por otro lado, las características del regalo también son importantes. Buscar juguetes que fomenten la creatividad y la imaginación desde el entretenimiento y adaptados a cada período de desarrollo.

Para los padres, criterio lógico y gestión equilibrada y consciente a la hora de comprarlos, eso es lo que recomiendan los expertos. Y en eso no debería existir el sentimiento de culpa, ya que los niños deben encontrarla felicidad fuera de lo material, sentirse queridos y aceptados. Y también sentirse seguros con los límites adecuados que les hagan encontrarse seguros, protegidos y que les enseñen lecciones valiosas.

En cualquier caso, si el niño ha terminado por comprar muchos regalos, recomiendan dosificarlos para que reciba el resto a lo largo del año, coincidiendo con otras celebraciones. Otra opción es compartir algunos regalos con niños que de verdad lo necesiten.