La aldaba
Carlos Navarro Antolín
Más allá de la voz de la Laura Gallego
Los mitos y las recomendaciones ambiguas que tenemos en referencia al alcohol proporcionan imágenes muy convincentes y persuasivas, que incitan a su consumo atribuyéndole características que dan la idea de que pueden llegar a ser incluso beneficiosas para la salud, además de las recreativas y las ligadas a la diversión y las relaciones sociales. En este sentido, los expertos son claros: el único consumo seguro de alcohol es no consumirlo. Los daños están asegurados, con certezas más o menos ambiguas. Y quedan aún más claro en el caso de que existan enfermedades añadidas o en etapas como el embarazo. El consumo de alcohol durante el embarazo puede ocasionar los mismos riesgos del consumo de alcohol riesgos del consumo de alcoholen general, pero genera riesgos adicionales para el feto. De hecho, de todas las sustancias de abuso, el alcohol es de las más peligrosas para el desarrollo fetal.
En Europa el consumo estimado de alcohol durante el embarazo es del 25% y en España del 13%. La prevalencia del Síndrome Alcohólico Fetal en países occidentales está reconocida entre el 0,5 y el 2 por 1000 nacidos (En España se habla de 2 por 1000), según indican datos de el Centro Universitario de Diagnóstico y Atención Temprana. Cabe puntualizar que en la actualidad, el conocimiento científico no puede garantizar que el consumo de dosis pequeñas de alcohol durante la gestación no conlleve riesgos para el bebé.
El grupo de problemas que pueden ocurrir cuando los niños están expuestos al alcohol se conocen como "trastornos del espectro alcohólico fetal". Los niños que nacen con estos trastornos pueden mostrar una serie de problemas, incluyendo médicos, conductuales, educativos y sociales. Estos dependerán del tipo de trastorno, aunque el más grave de ellos es el síndrome alcohólico fetal.
Un artículo publicado en el British Medical Journal abre un debate al respecto, aunque expone que "cerca de 4.000 artículos publicados confirman la teratogenicidad del alcohol. No hay evidencias de que el alcohol sea beneficioso para el embrión y el desarrollo fetal. La teratogenicidad ha sido concluyentemente mostrada en estudios clínicos, conductuales y epidemiológicos, los efectos teratogénicos, que no han sido refutados, incluyen el síndrome alcohólico fetal, el retraso mental, anomalías del desarrollo y el comportamiento y un bajo peso al nacer".
Cuando una mujer embarazada bebe alcohol, el alcohol entra en la sangre, los tejidos y los órganos del bebé a través del torrente sanguíneo. El alcohol se descompone mucho más lentamente en los niños que en los adultos. Esto significa que el nivel de alcohol en la sangre del feto será más alto que el de la madre durante un tiempo más largo. Así, en un consumo prolongado se puede producir el conocido como síndrome alcohólico fetal.
Los riesgos del alcohol se producen en toda la etapa de gestación, pero se considera que el primer trimestrees un periodo especialmente vulnerable a todos los agentes tóxicos o dañinos para el bebé debido a que durante este periodo se lleva a cabo la mayor parte del desarrollo de los órganos del bebé. Sin embargo, sus efectos se producen durante todo el período de embarazo y puede causar daños tan graves como retrasos en el desarrollo y daños cerebrales irreversibles. En el estudio mencionado, indican a este respecto que "el nivel de alcohol y el momento en el que se produce un daño al feto se desconoce y tiende a variar de un embarazo a otro. La nutrición, el genotipo, el fenotipo, la etnia, el metabolismo y el consumo de tabaco también afectan. La influencia de cada una de estas variables nunca se puede conocer del todo para cada embarazada; el único consejo ético que se puede dar es la abstinencia del alcohol en el embarazo".
Los niños con SAF tienen ciertas características faciales como ojos pequeños, labios superiores delgados y pliegues nasolabiales indiferenciados (el pliegue entre la nariz y el labio superior). Además, también es común que desarrollen:
En adolescentes, los problemas pueden persistir y manifestarse en:
Un bebé con síndrome de alcoholismo fetal (SAF) puede tener los siguientes síntomas:
Los rasgos y síntomas son tan marcados que el diagnóstico se basa en medidas especiales y problemas detectados en cada una de las 3 siguientes áreas:
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