La aldaba
Carlos Navarro Antolín
El rey brilla al defender lo obvio
El término relación tóxica o persona tóxica parece estar muy en auge, y es muy común escuchar a cualquier amigo o conocido advirtiendo a alguna persona de que su relación tiene unas reglas nocivas. No obstante, como ocurre con todo lo que se menciona continuamente sin mayor contexto, el término termina por devaluarse.
Lo primero que hay que tener en cuenta en este aspecto es que el término "persona tóxica" es incorrecto. Así lo ha hecho saber el experto en psicología y divulgador Juan Luis Ibáñez en su perfil de Instagram (@juanluisibañezpsicologo).
Según ha notificado el psicólogo, "lo único que se puede considerar como tóxico o disfuncional son las conductas" que se llevan a cabo por las personas, y no las personas en sí mismas. Continua explicando que "estas conductas se pueden cambiar y que dependen en gran medida del contexto".
Así, teniendo presente a qué se le puede añadir el apellido "tóxico", el experto expone algunas de los comportamientos tóxicos que convierten a una relación en algo disfuncional.
Hay determinados actos que cualquiera podría clasificar como de tóxico, como es la revisión continua del teléfono de tu pareja, el control exhaustivo de su vida o, por supuesto, comportamientos pasivo-agresivos.
No obstante, este psicólogo apunta otras conductas que terminan por crear un ambiente tóxico en la pareja, como es el caso de hablar únicamente de uno mismo. "Yo me siento", "yo pienso", "pues yo considero...". Lo idóneo es el intercambio de información y de sensaciones o sentimientos dentro de la pareja, pero siempre debe ser algo recíproco, y nunca debe estar centrado en el punto de vista de uno de ellos.
"Retirar la palabra o la atención" a la otra persona es también un signo de conducta tóxica según Ibáñez, así como un "lenguaje no verbal amenazante" o "tener un exceso de negatividad sin motivo".
Además, en este mismo post, este experto señala algunas de las señales más comunes que se producen dentro de una relación tóxica, como es la dominación, los reproches continuos, los celos o enfados sin motivos, los cambios de humor drásticos o las comparaciones entre otras tantas.
En contrapartida con el lado más negativo de una relación, también existen determinados actos que conducen a la construcción de una relación sana. Para ello, tomaremos como referencia la también psicóloga y divulgadora Tam Gómez (@psico.tam).
En uno de sus post más visitados, Tam Gómez expone algunas de las costumbres que toda persona debe acoger para participar en una relación sana. Una de ellas es mantener conversaciones incómodas, ya que, según explica "los temas incómodos lo son porque son temas importantes para nosotros". A esto añade que el hecho de "que existan opiniones diferentes acerca de un tema no significa que la relación sea peor".
También habla acerca de la comunicación asertiva, es decir, "la habilidad de comunicar nuestras necesidades y límites a otra persona". En este sentido, tal y como explica la psicóloga, hay que encontrar un punto común entre lo que quiere una parte y lo que quiere la otra.
Este aspecto lleva también a uno de los temas más cruciales a la hora de establecer una relación sana: poner límites, donde entra el juego los aspectos a los que una persona no está dispuesta a renunciar o aquellas cosas que son innegociables.
Finalmente, Tam Gómez habla acerca de la importancia de validar las emociones de la otra persona y de la flexibilidad en la negociación.
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