Relaciones de pareja sin estar enamorado: algunas claves para identificar que estás en una
Investigación y Tecnología
La rutina y la costumbre de estar con una persona hace que muchas veces normalicemos comportamientos que nos generan insatisfacción y con el que no tenemos una vida feliz
El miedo a lo desconocido, a estar solo o a enfrentar la vida sin la compañía de la pareja es una razón por la que no se termina de dar el paso de romper la relación
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¿Cómo saber si estás listo para comprometerte en una relación de pareja?
La manera en la que estás mentalmente durante alguna etapa de tu vida determina cómo van a ser tus relaciones con los demás en todos los ámbitos. Pero en las historias de pareja no caben las estadísticas matemáticas porque cada una de ellas tiene sus matices y no existe una regla fija con la que solucionar los problemas.
Vamos a centrarnos en las relaciones de pareja, en los motivos que nos llevan a meternos en una relación, en si esa relación es sana y si no lo es, cuándo es el momento de decir "adiós". El problema es que, por diversas razones, nos creamos ese apego hacia nuestra pareja en el que "hay que aguantar por amor" porque "quien bien te quiere, te hará llorar" o porque "para que la relación funcione, hay que luchar". Son algunas de las creencias "dañinas" que nos han ido inculcando a lo largo de nuestra vida sobre la idea de lo que tiene que ser el amor, las relaciones de pareja y de cómo hay que vivirlo.
Para que entendamos lo que sería una relación sana, la psicóloga experta en dependencia emocional, autoestima, relaciones tóxicas y conflictos de pareja, Silvia Congost, explica que, "en una relación sana también habrá conflictos, desavenencias, puntos de desacuerdo y discusiones. Pero esto jamás nos tendría que alejar, sino al contrario. Estar en una relación sana significa que te sientes tranquilo y en paz en ella, que la propia relación no es un problema más en tu vida o algo a lo que tienes que estar dando vueltas una y otra vez para conseguir que funcione".
Por el contrario, una relación tóxica es "aquella que nos hace sentir mal". En el siguiente vídeo, Silvia Congost pone varios ejemplos:
Cómo reconocer que tu relación de pareja no va bien
La rutina y la costumbre de estar con una persona hace que muchas veces normalicemos comportamientos que nos generan insatisfacción y con el que no tenemos una vida feliz. Pero tampoco nos atrevemos a dar el paso definitivo de separarnos.
¿La base de comunicación con tu pareja es la discusión? Entonces es el momento de replantearse la continuidad porque cuando es imposible mantener un diálogo en el que no salgan a relucir los "trapos sucios", los reproches o las culpas, esa relación tiene los días contados.
El contenido de esos reproches muchas veces se basa en la sospecha de que tu pareja te está siendo infiel. Muchas veces no sabes qué es, pero sientes que tu pareja te oculta algo y empiezas a desconfiar, a lo que, además se unen faltas de respeto de manera continuada. Esto implica no cuidar la formas y se produce de manera tan frecuente que no se mira si están los hijos delante o cualquier otra persona.
Todas estas situaciones juntas hace que el proyecto que un día queríais construir y para el que teníais mucha ilusión, poco a poco, se vaya cayendo, dejando de lado vuestra vida en común, en la que ya ni hacéis, ni planeáis cosas conjuntos.
Razones por las que seguís juntos
Hay diversas razones por las que algunas parejas deciden permanecer juntas a pesar de no estar enamoradas. Si bien es cierto que hay matices y cada relación es muy personal, aquí tienes algunas de las más comunes:
- Estabilidad y seguridad financiera: Muchas parejas permanecen juntas por la estabilidad económica que proporciona la relación. Compartir los gastos del hogar, mantener un estilo de vida determinado y evitar las complicaciones financieras de una separación son factores importantes.
- Hijos y familia: Los hijos son una razón poderosa para que las parejas se mantengan juntas. El deseo de proporcionar un hogar estable, evitar traumas emocionales a los niños y cumplir con las expectativas familiares pueden llevar a las parejas a seguir juntas.
- Miedo al cambio y a la soledad: El miedo a lo desconocido, a estar solo o a enfrentar la vida sin la compañía de la pareja puede ser una razón significativa. La comodidad de la rutina y el temor a enfrentar los desafíos de una nueva vida por separado también juegan un papel crucial.
- Compromiso y responsabilidad: Algunas parejas valoran el compromiso y la responsabilidad adquirida al casarse o al estar en una relación a largo plazo. El sentido del deber, las promesas hechas y el deseo de cumplir con las expectativas sociales pueden ser razones para no separarse.
- Presión social y estigma: La presión social y el miedo al estigma asociado con el divorcio o la ruptura pueden hacer que las parejas sigan juntas. La preocupación por el "qué dirán", la imagen pública y las expectativas de amigos y familiares pueden influir en la decisión de permanecer en una relación sin amor.
Consejos para superar la dependencia emocional
El miedo a estar solo, las inseguridades, el miedo a que no te quieran por mostrarte cómo eres, por mostrar tu opinión o tu desconecto son ideas inculcadas en la infancia que tienen una repercusión negativa en nuestra manera de relacionarnos. La psicóloga Patricia Ramírez, Patri Psicóloga, te da nueve consejos sobre cómo relacionarte con otras personas en el siguiente vídeo:
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