¿Protege el ejercicio físico de la infección por Covid? Un nuevo estudio lo ha desvelado
Investigación
Los pacientes sedentarios o con obesidad producen más moléculas inflamatorias, lo que aumenta el riesgo de infección por enfermedades víricas
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Todo el mundo sabe que el ejercicio físico ejercicio físicoaporta innumerables beneficios a nuestro estado de salud como el incremento de la masa muscular y la densidad mineral ósea, la mejora de la condición respiratoria, el fortalecemiento del sistema inmunológico y la disminución del riesgo de desarrollar hipertensión y problemas cardiovasculares. Asimismo, ayuda a alcanzar los objetivos para mantener un buen peso y reporta múltiples beneficios en la salud mental y psicológica. Traslandando todos estos beneficios al escenario actual de pandemia, cobra mucha más importancia el mantenerse sano y maximizar cualquier medida de prevención contra la Covid-19. Y si te prehguntas si los beneficios del deporte se manifiestan en su prevención, la respuesta no podía ser otra que la afirmativa. Hacer deporte y ejercicio físico previene la infección y las complicaciones derivadas de la Covid-19, según un estudio de la Clínica Universidad de Navarra.
La investigación ha demostrado que las hormonas producidas por el músculo durante el ejercicio físico disminuyen la posibilidad de infección por el SARS-CoV-2 y las complicaciones asociadas a la covid-19, además de reducir la inflamación y la muerte celular provocada en caso de infección.
La obesidad como factor de riesgo
Los pacientes con obesidad presentan un mayor número de receptores para el SARS-CoV-2 en la grasa corporal y, además, las células grasas de estos pacientes son capaces de producir más moléculas inflamatorias que los individuos con peso normal.
En este sentido, realizar deporte se vuelve una muy útil herramienta a la hora crear una barrera frente al Covid-19. De hecho, el riesgo de contagio al realizar ejercicio al aire libre o en un gimnasio es mucho menor comparado con el que se tiene al llevar una vida sedentaria.
"A medida que aumenta el grado de obesidad, mayor será la inflamación y es más probable que se desencadene una tormenta de citoquinas, que son proteínas que controlan la actividad de las células del sistema inmune. Esto supone uno de los mayores riesgos de la persona diagnosticada con Covid-19 severo"., explica la doctora Amaia Rodríguez Murueta-Goyena, investigadora del Laboratorio de Investigación Metabólica de la Clínica Universidad de Navarra y del CIBEROBN, encargada de llevar a cabo el trabajo,
Un paciente con obesidad tiene menos concentraciones en sangre de las mioquinas FNDC4 y FNDC5. Por tanto, si desarrollan covid-19, estarán más expuestos a una inflamación grave y a este tipo de muerte celular, causante del daño multiorgánico, una de las principales causas de muerte de los pacientes con Covid-19 severo.
Estudios recientes en los que se apoya esta investigación estiman que, si las tendencias actuales en cuanto al aumento y envejecimiento de la población, y la tasa de obesidad se mantienen, para el año 2030 cerca del 60% de la población adulta en todo el mundo sufriría de sobrepeso u obesidad. Según la OMS, la realidad es que a nivel mundial, 1 de cada 4 adultos no alcanza los niveles de ejercicio físico recomendados. Además, afirma que "las personas con un nivel insuficiente de actividad física tienen un riesgo de muerte entre un 20% y un 30% mayor en comparación con las personas que alcanzan un nivel suficiente".
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