Preocupación por la propagación de la 'supergonorrea' resistente a los antibióticos
Las autoridades estadounidenses ya alertan de la detección de esta cepa que se relaciona directamente con la detectada en 2018, el tipo de gonorrea más resistente a los antibióticos jamás vista
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Las prácticas sexuales de riesgo en los últimos años, sobre todo en el caso de los jóvenes, está poniendo en alerta a las autoridades sanitarias que no saben cómo frenar la explosión de infecciones de transmisión sexual. infecciones de transmisión sexual. En el caso de las mujeres, el aumento es de un 1.000% en la última década, algo que también se está viendo reflejado en las cifras de embarazos no deseados. Así, en lo que refiere a las ITS, La bajada de los casos de VIH ha ido acompañada de un enorme crecimiento de sífilis, clamidia o gonorrea. La propagación por ésta última es un hecho que vienen advirtiendo los profesionales, que ya detectaron hace unos años el nacimiento de una cepa 'superresistente' a los antibióticos que la tratan como la azitromicina, la ceftriaxona, la cefixima, la cefotaxima, la ciprofloxacina y la tetraciclina. Esto supone un problema grave de salud pública teniendo en cuenta que las infecciones resistentes a los antibióticosresistentes a los antibióticos matan aproximadamente a 700.000 personas cada año, con una predicción de aumento vertiginosa en los próximos años.
En este caso, la OMS estima que 78 millones de personas contraen la gonorrea al año, por todo el mundo. En 2014, el Programa de supervisión global antimicrobiana gonocócica de la OMS, o WHO GASP, alertó de que Neisseria gonorrhoeae, la bacteria que la causa, se había vuelto resistente a los antibióticos de amplio espectro (de uso general) y a otros especializados. Un escenario que no mejoró ni durante los tiempos de pandemia y confinamiento estricto, donde aumentaron las relaciones sexuales y se retrasaron los diagnósticos debido al colapso de las urgencias y la inexistencia de la Atención Primaria. Así, ante esta falta de detección o el poco conocimiento acerca de su desarrollo, se ha propiciado un uso inapropiado de los antibióticos, que aumenta la aparición de resistencia a ellos tanto en la gonorrea como en otras enfermedades bacterianas.
Ya en 2017, el Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, el CDC, advirtió que los casos de gonorrea seguían aumentando por cuarto año consecutivo, contando con un 66,8% más de casos (alcanzando los 2.3 millones de personas). Ahora, las mismas autoridades estadounidenses han detectado casos en los últimos meses de este tipo de 'súpergonorrea', ya detectada antes en otros países como Reino Unido o Australia.
Un desafío añadido
La gonorrea es una infección de transmisión sexual que afecta tanto a hombres como a mujeres. Se transmite a través de cualquier tipo de actividad sexual ya sea vaginal, oral o anal. El problema de contraerla es que, en muchos casos, no causa síntomas, algo que se suma al desafío doble que representa su ineficiente detección y, ahora, a la capacidad de generar resistencia a los antibióticos.
A este respecto, el desafío radica en que los fármacos pueden provocar un efecto 'engañoso' en lo que al tratamiento refiere. Lo que se ha venido observando es que los medicamentos hicieron los síntomas manifiestos de la infección desaparecieran, pero no la propia infección en sí que seguía presente en el organismo. En otras palabras, un tratamiento que había resultado efectivo hasta la fecha, está empezando a fracasar debido a la resistencia de la propia bacteria.
''Es un recordatorio de que la gonorrea se está volviendo cada vez más resistente, cada vez más difícil de tratar. No tenemos nuevos antibióticos. No hemos tenido nuevos antibióticos para tratar la gonorrea durante años y realmente necesitamos una estrategia de tratamiento diferente'', ha asegurado el Dr. Jeffrey Klausner, quien forma parte del grupo de trabajo de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC) para el tratamiento de la gonorrea.
En los últimos casos que han generado esta alarma, en un comunicado la comisionada de Salud Pública del estado, Margret Cooke, ha señalado que esta cepa ''ha sido localizada en dos individuos sin relación alguna, por lo que sospechan que hay muchos más casos circulando por el país''. El tipo de gonorrea observada está muy relacionada con la detectada en 2018, con el descubrimiento en un hombre de la gonorrea más resistente a los antibióticos jamás vista. Según informaron las autoridades del país, se contagió durante un encuentro sexual con una mujer del sudeste asiático.
Afortunadamente, en datos de la OMS, aún no se han detectado casos de esta 'supergonorrea' en España, aunque las autoridades exigen más control en este tipo de infección con un gran índice de casos asintomáticos. Entre las naciones que se cita, figuran Japón, Australia, Eslovenia, Francia, Irlanda, Suecia, Dinamarca y Austria, además de Reino Unido, del que destacan que "cada vez se registran más casos de farmacorresistencia''.
Los primeros síntomas de la gonorrea a menudo son dolor al orinar, dolor abdominal o pélvico, aumento del flujo vaginal o sangrado entre períodos, pero muchas infecciones son asintomáticas, según los CDC, lo que hace que los exámenes de rutina sean importantes para detectar la infección.
Ausencia de fármacos para el tratamiento de la gonorrea
Según expone la OMS, hoy día, las cefalosporinas de amplio espectro son en la mayoría de los países los únicos antibióticos que siguen siendo eficaces para tratar la gonorrea, pero ya son más de 50 los países en los que se ha notificado resistencia a la cefixima y, con menos frecuencia, a la ceftriaxona. Como resultado, la Organización Mundial de la Salud actualizó sus recomendaciones de tratamiento global en 2016 para recomendar que los médicos receten dos antibióticos conjuntos: ceftriaxona y azitromicina.
Por otro lado, resaltan la importancia de la investigación para desarrollar nuevos fármacos en el tratamiento de este tipo de infección que afectan de forma desproporcionada a las mujeres, produciéndoles enfermedad inflamatoria pélvica, embarazo ectópico, infertilidad y mayor riesgo de infección por el VIH.
Los fármacos para la gonorrea en fase de investigación y desarrollo son escasos. Solo hay tres nuevos fármacos en diferentes fases de desarrollo clínico: ''la solitromicina, con la que se ha completado recientemente un ensayo clínico de fase III, y la zoliflodacina y la gepotidacina, con las que se han completado sendos ensayos clínicos de fase II'', indican en la página web de la institución.
El Dr. Marc Sprenger, Director de Resistencia a los Antimicrobianos en la OMS, declaró que ''concretamente, necesitamos nuevos antibióticos y pruebas diagnósticas rápidas, exactas y aplicables en el lugar de consulta, a ser posible que permitan predecir qué antibióticos funcionarán en cada caso particular, y a más largo plazo, una vacuna que prevenga la gonorrea''.
La gonorrea se puede prevenir practicando sexo más seguro, especialmente usando preservativo de manera consistente y correcta. La información, la educación y la comunicación pueden promover y garantizar prácticas sexuales más seguras, mejorar la capacidad de las personas para reconocer los síntomas de la gonorrea y otras infecciones de transmisión sexual y aumentar la probabilidad de buscar tratamiento.
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