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La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha reclamado a los países que aumenten los impuestos sobre el alcohol y las bebidas azucaradas con el fin de "reducir el número de muertes" que son 2,6 millones de personas las que se han producido anualmente a causa del consumo de alcohol. De igual modo, más de 8 millones han perdido la vida por llevar una dieta poco saludable.
Ante las cifras tan alarmantes de muertes solo por estas causas, sugieren la subida de impuestos para estas bebidas y que, de esta forma, se reduzca el número de muertes. Mayores impuestos, menor consumo y por tanto, el riesgos de patologías como la obesidad y otras epidemológicas también se reducirán.
Según la Sociedad Española de Epidemiología (SEE): "Solo en España, el 60% de los ciudadanos sufre sobrepeso u obesidad y es especialmente preocupante entre la población infantil, ya que afecta a un 8% de las niñas y a un 13% de los niños".
Para conseguir este objetivo, no solo vale con subir los impuestos, sino que por parte de otros sectores hay que contribuir con otras medidas para disminuir el consumo como por ejemplo:
Asimismo, la OMS ha publicado nuevos datos que muestran "la baja tasa mundial de impuestos aplicados a productos poco saludables como el alcohol y las bebidas azucaradas". Para la organización, los resultados ponen de relieve que "la mayoría de los países no están utilizando los impuestos para incentivar comportamientos más saludables".
Según la OMS, el consumo de alcohol es un factor causal en más de 200 enfermedades y lesiones, incluidos algunos cánceres, cirrosis hepática y enfermedades cardiovasculares. A pesar de todas las recomendaciones, las asociaciones de la industria del alcohol muestran su disconformidad con respecto a esta nueva regulación ya que unos impuestos más elevados provocaría una caída de las ventas, por lo que, a su vez, afectaría a los ingresos fiscales y la supervivencia de algunas empresas se vería amenazada.
La tensión entre los objetivos de salud pública y los intereses comerciales plantea un desafío para los gobiernos en la búsqueda de un equilibrio que garantice la salud de la población y el bienestar económico.
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