'Phubbing': el arte de ignorar a alguien por atender al móvil
Investigación y Tecnología
El phubbing es la práctica de prestar más atención a un dispositivo móvil que a las personas que nos rodean
Crea una barrera psicológica entre las dos personas afectando a la calidad de la relación y provocando en la persona que lo sufre una sensación de rechazo, soledad e impotencia por ese trato de "desprecio"
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El término phubbing se deriva de la combinación de las palabras "phone" (teléfono) y "snubbing" (ignorar) que viene a decir que se le presta más atención a un dispositivo móvil que a las personas que están a nuestro lado, ignorando a los que están físicamente a nuestro alrededor por la sumersión en la actividad que nos demanda el teléfono móvil.
El phubbing es una práctica que realiza un 70% de la población y la persona ignorada se puede sentir excluida y poco valorada. ¿Te ha pasado alguna vez que estás hablando con alguien, está prestando atención a tu conversación, le llega una notificación al móvil y acude inmediatamente a mirarla dejándote "con la palabra en la boca" e interactuando con el dispositivo? Puede que tú también lo hayas hecho sin darte cuenta. Sucede muy rápido y crea una barrera psicológica entre las dos personas afectando a la calidad de dicha relación y provocando en la persona que lo sufre una sensación de rechazo, soledad e impotencia por ese trato de "desprecio".
Phubbing y su perjuicio en la salud mental
El phubbing no solo afecta las relaciones sociales, sino que también tiene repercusiones en el ámbito mental debido al estrés y ansiedad que genera la sensación de estar desconectados virtualmente, un comportamiento que llega a ser obsesivo por la dependencia a la validación digital que necesitan obtener las personas más vulnerables a la soledad, al sentimiento de rechazo y a la propia insatisfacción personal.
Cuando las personas están más obsesionadas con sus teléfonos móviles, se involucran menos en sus relaciones personales y tienen una necesidad ferviente de consultar sus dispositivos en mitad de una reunión, sin ser conscientes de que les está faltando al respeto a las personas que están presentes o, incluso, si estás con tu pareja, te aleja emocionalmente de ella.
El phubbing provoca problemas de dependencia como la nomofobia, que es el miedo a quedarse desconectando, el "autismo virtual", que no contribuye a las relaciones presenciales, provocando soledad, timidez, ansiedad, inseguridad y problemas para desarrollar habilidades sociales, el síndrome del túnel carpiano, el vibranxiaety o vibración fantasma, el síndrome del cuello roto, entre otros. Todos ellos afectan a la mala construcción y al debilitamiento de las relaciones interpersonales con familiares, amistades y parejas.
Cada vez está más normalizado
Cada vez encontramos más normal ver a gente hiperconectada a sus teléfonos móviles, incluso, cuando vamos andando por la calle. Pero todavía se está haciendo más frecuente entre los grupos jóvenes de edad. En un estudio realizado, investigaron cómo les afectaba a los jóvenes cuando estaban en el lado de los ignorados y salió como resultado que les afectaba igualmente, independientemente de si tenían o no asumida esta práctica.
Esto quiere decir que el hecho de que lo haga todo el mundo a nuestro alrededor no significa que no nos importe, sino que parece que la necesidad de estar conectados supera al daño que genera el phubbing.
Cómo combatirlo el phubbing
- Conciencia personal: Reconocer cuando estamos cayendo en el hábito del phubbing es el primer paso para cambiar este comportamiento y que no se deterioren nuestras relaciones con las personas.
- Establecer límites: Establecer momentos sin dispositivos, como durante las comidas o reuniones, puede ayudar a restaurar la atención y la conexión personal y emocional.
- Priorizar las relaciones: Valorar las relaciones cara a cara sobre las interacciones virtuales puede cambiar la dinámica y fortalecer los lazos personales.
- Comunicación abierta: Si alguien lo está haciendo, díselo y pedir que te "llamen la atención" cuando seas tú quien lo hagas y no te des cuenta.
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