Paso significativo en el abordaje de la enfermedad de Párkinson
Neurología
Disponible en España la primera opción subcutánea de perfusión basada en levodopa
El fármaco es un viejo conocido pero la vía de administración es especialmente útil en casos avanzados
La levodopa es un fármaco utilizado principalmente en el tratamiento de la enfermedad de Parkinson. Es un precursor de la dopamina, un neurotransmisor clave en el cerebro que está disminuido en los pacientes con esta enfermedad. La levodopa se convierte en dopamina en el cerebro, lo que ayuda a aliviar los síntomas motores asociados con el Parkinson, como temblores, rigidez y lentitud de movimiento. Desde que comenzara a utilizarse en la década de los 60, la levodopa ha sido y continúa siendo el tratamiento de primera línea, lo que los clínicos denominan gold standard para el tratamiento de la enfermedad de Parkinson, por ser el precursor del neurotransmisor natural deficitario en esta enfermedad, la dopamina.
El laboratorio farmacéutico Abbvie ha anunciado esta semana la disponibilidad de una solución para perfusión subcutánea continua autorizada para el tratamiento de la enfermedad de Parkinson en estado avanzado, en pacientes que responden a levodopa, con fluctuaciones motoras graves e hipercinesia o discinesia cuando las combinaciones de medicamentos disponibles para el párkinson no han proporcionado resultados satisfactorios.
La innovación reside en que esta terapia es la única opción de tratamiento para la Enfermedad de Parkinson avanzado basada en levodopa no quirúrgica que permite personalizar y ajustar la dosis de medicamento a través de un sistema subcutáneo de perfusión de administración continua a lo largo de 24 horas.
El Dr. Álvaro Sánchez-Ferro, coordinador del Grupo de Estudio de Trastornos del Movimiento de la Sociedad Española de Neurología ha explicado que “este nuevo tratamiento representa un avance significativo para el abordaje de la enfermedad de Parkinson, ya que ofrece una nueva opción de tratamiento subcutáneo no quirúrgico basado en levodopa que puede ayudar a controlar los síntomas motores para aquellos que viven con enfermedad de Parkinson avanzada que a menudo experimentan desafíos a medida que avanza su enfermedad”.
En España el párkinson afecta aproximadamente a 150.000 personas el 38,21% de ellas presenta enfermedad avanzada. La enfermedad presenta una variedad de síntomas motores y no motores que afectan significativamente la calidad de vida de los pacientes y también la de sus familiares y cuidadores. Entre los síntomas motores destacan el temblor en reposo, la bradicinesia (ralentización del movimiento), la rigidez muscular o problemas de equilibro y postura.
En lo que respecta a los síntomas no motores, los problemas del sueño tienen una prevalencia de entre el 42% y el 98% entre los pacientes con enfermedad de Parkinson. Además, también puede presentarse otros como: depresión, ansiedad, fatiga o dolor muscular, entre otros.
La enfermedad de Parkinson es un trastorno neurodegenerativo crónico y progresivo caracterizado por temblores, rigidez muscular, lentitud de movimientos y dificultad para mantener el equilibrio como resultado de la pérdida de células cerebrales productoras de dopamina. A medida que progresa, se produce un estrechamiento de la ventana terapéutica que hace cada vez más difícil alcanzar un control motor adecuado del paciente con la administración de levodopa por vía oral.
Además, como señala la Dra. Rocío García-Ramos, neuróloga del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, con el avance de la enfermedad se puede producir un aumento de las fluctuaciones motoras y de los síntomas como la dificultad para tragar o incrementarse los episodios de caídas. De hecho, la Dra. Rocío García-Ramos indica que “a medida que la enfermedad de Parkinson progresa, la gravedad de los síntomas aumenta y los pacientes tienden a experimentar una menor capacidad para realizar las actividades de la vida diaria”.
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