Alerta roja de la OMS en jarabes para la tos adulterados que han provocado la muerte de cientos de niños

Nueva alerta sanitaria lanzada por la OMS. En los últimos meses, tanto Sanidad como este organismo ha informado sobre la retirada de varios fármacos,retirada de varios fármacos algunos en lotes concretos, y otros que no estarán disponibles a la venta en farmacias ni a través de ninguna vía médica oficial. La mayoría de ellos, son apartados de la venta, o no se recomienda su toma, por defectos en su fabricación, por la detección de sustancias que pueden ser peligrosas para la salud de los pacientes o porque sus efectos secundarios superan a sus beneficios. En el caso de algunos de ellos, las alertas son más extremas ya que pueden provocar la muerte. Es el caso de esta nueva alerta referente a jarabes para la tos adulterados que ya han provocado la muerte de más de 300 personas en todo el mundo, la mayoría de ellos niños menores de cinco años.

Las muertes relacionadas con esta alerta se han producido en Indonesia, Gambia y Uzbekistán, aunque el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha pedido extremar la alerta en todo el mundo. Más allá de estos casos, se sabe que al menos son 7 países afectados. En este sentido, han advertido que estos fármacos de venta libre suelen adquirirse a través de vías no oficiales, algo que preocupa de manera creciente en el seno del organismo ya que "se trata de medicinas muy comunes" a los que "más niños podrían estar expuestos". La amenaza radica en que muchos de estos casos pueden pasar desapercibidos y provocar más intoxicaciones en el futuro.

Según barajan varios medios, la OMS estaría valorando emitir una recomendación global para las familias instando a dejar de usar jarabes para la tos en niños, ya que sus expertos están valorando tanto la seguridad como la efectividad real de estos fármacos para tratar los síntomas.

En este caso concreto, la OMS recalca que ''no se trata de incidentes aislados'' y son necesarias ''medidas inmediatas y coordinadas''. Los hechos señalados implican la contaminación confirmada o sospechosa de jarabes para la tos fabricados en India, con niveles elevados de dietilenglicol y de etilenglicol.

Dietilenglicol y de etilenglicol, ¿Qué son?

Según ha descrito el organismo, las sustancias que han causado esta contaminación son ''químicos tóxicos usados como disolventes industriales y agentes anticongelantes, que nunca deberían hallarse en medicamentos". La ingesta de estos productos, advierten, puede provocar "dolores abdominales, vómitos, diarrea, incapacidad para orinar, cefalea o alteración del estado mental hasta lesiones renales agudas que causen la muerte".

El dietilenglicol es e un líquido incoloro, prácticamente inodoro, venenoso e higroscópico de sabor dulce. Este compuesto puede absorberse rápidamente por el aparato digestivo y respiratorio, así como por la piel. En dosis de aproximadamente 0.014 a 0.170 miligramos, es absorbida por el hígado y los riñones con consecuencias fatales para el ser humano. De hecho, su presencia en productos de consumo ha dado lugar a numerosas epidemias de envenenamiento desde principios del siglo XX. En cuanto a sus usos es un solvente para resinas, tintes, aceites y otros compuestos orgánicos. Asimismo, también se emplea como un humidificador para tabaco, corcho y tintas de imprenta o como componente en el líquido de frenos, lubricantes, niebla artificial y soluciones de niebla, y combustible para calefacción.

Por su parte, el etilenglicol es el componente principal del anticongelante en los sistemas HVAC y automotrices. Se trata de un líquido incoloro, transparente y espeso que también se usa en detergentes, pinturas, lacas, producto farmacéuticos y cosméticos. Este compuesto puede afectar por inhalación y al pasar a través de la piel. En el caso de exposición más alta puede causar desde dolor de cabeza y mareo hasta convulsiones, pérdida de la coordinación e incluso coma. Los expertos subrayan que "cuando el etilenglicol es degradado en el cuerpo, forma sustancias químicas que cristalizan, y los cristales pueden acumularse en los riñones y afectar la función del riñón".