Navidad y relaciones de pareja: una combinación poco compatible
Relaciones de pareja
"Desafortunadamente, no estamos preparados para las pérdidas. Somos una sociedad educada en el apego. Pero las rupturas de pareja, cuando tocan, son muy saludables"
Una ruptura es un proceso en el que, antes de que se produzca, había indicios de que la relación llegaría a su fin
¿Cómo afecta la Navidad a las relaciones de pareja?
Un comportamiento tóxico en la pareja, ¿cambia con el tiempo?
La Navidad es una época en la que aumentan las separaciones y divorcios entre las parejas. Realmente, se suelen dar antes y después de estas fechas debido a que no es un hecho concreto, sino que se trata de un proceso. El hecho puntual se da en el momento en el que se decide romper y el momento en el que se decide comunicar.
Adrián Montesano, profesor de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la UOC y experto en terapia familiar y de pareja argumenta que la Navidad es una mala época tanto para las nuevas relaciones como para las parejas. "En la rutina es más sencillo dejarse llevar por la inercia, mientras que en los periodos vacacionales, y especialmente en la Navidad, las parejas saben que van a afrontar un periodo intenso de vida familiar y, por tanto, es el momento en el que precipitan la decisión".
En los casos en los que las relaciones son más largas, a la hora de tomar la decisión de separarse en unas fechas tan señaladas como son las previas a la Navidad "puede pesar más el hecho de evitar un esfuerzo familiar desmedido o el peso simbólico que tiene la perspectiva de las Navidades separados para ayudar al proceso de desvinculación", añade el profesor de psicología de la UOC.
Las rupturas se gestan durante más tiempo
El desamor no es lineal sino que existen altibajos. Por eso, es una de las situaciones que más contradicción puede causar en uno mismo, especialmente en los primeros momentos de la ruptura. En el caso de que no pueda evitarse la separación en una fecha tan señalada como la Navidad, Montesano explica: "Desafortunadamente, no estamos preparados para las pérdidas. Somos una sociedad educada en el apego. Pero las rupturas de pareja, cuando tocan, son muy saludables".
Tú sabes cómo ha sido tu relación y antes de llegar al paso definitivo se dan una serie de hechos, a veces sutiles, a veces más claros que ponen de manifiesto que la relación está llegando a su fin. Por ejemplo, notarás que la confianza ya no es la misma, incluso, se ocultan cosas. Tampoco hay interés en el otro miembro o de uno hacia el otro, al igual que no pasan tiempo juntos y casi no hay encuentros sexuales. Empiezan a surgir, en definitiva, diferencias insalvables.
¿Puede haber solución?
El problema de cuando hay una ruptura o de cuando se decide poner distancia, no es que el conflicto no tenga solución, sino que, al intentar remediarlo, cada miembro de la pareja carga en el otro el lastre de víctima o de culpable. Ahí se entra en un bucle del que muchas veces es difícil salir porque, ¿quién es quién?
En una ruptura, tienen mucho peso las emociones a la hora de dar el paso de separarse. Es complicado tomar una decisión de ese calibre cuando hay sentimientos encontrados e intensos a los que la razón tiene que hacerle frente. En esta punto de la relación, tiene un papel muy importante la autoestima de quien ha decidido romperla ya que muchas de estas personas se arrepienten de haber dado el paso después de haber acabado la relación. Estos son los que forman parte de ese 40% en el que vuelve después de una ruptura y además, aseguran que la pareja volvió a funcionar en la segunda parte de la relación.
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