Naproxeno e ibuprofeno: cuáles son sus diferencias

Ambos medicamentos se utilizan de forma frecuente para paliar los dolores de cabeza y las migrañas, entre otros

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El ibuprofeno es uno de los medicamentos más conocidos y consumidos por los españoles, mientras que el naproxeno comienza a sonarnos cada vez más puesto que suele pautarse para las mismas dolencias, pero ¿cuáles son las principales diferencias entre ambos?

Antes de explicar sus diferencias, se puede comenzar por establecer lo que ambos medicamentos tienen en común, como que los dos son derivados del ácido propiónico, además de tener propiedades antiinflamatorias, antipiréticas y analgésicas, según informan desde el medio CuídatePlus. Además están incluidos en el grupo de los AINE (antiinflamatorios no esteroideos) y se suelen pautar para casos leves y moderados de migrañas, fiebre u otros males. Como todos los medicamentos de su grupo actúan bloqueando unas proteínas (las llamadas enzimas), favoreciendo que el cuerpo produzca prostaglandinas, según datos proporcionados por el American College of Rheumatology en su página web en castellano.

Sus diferencias

Como indican desde CuídatePlus, tanto ibuprofeno como naproxeno se suelen recetar para dolencias bastante similares, puesto que en muchas ocasiones parece que su efectividad es similar. Sin embargo, el naproxeno vence en la batalla de la efectividad cuando se trata de dolores menstruales o artritis reumatoide, obteniendo mejores resultados que el compuesto rival, el ibuprofeno.

Por otra parte, el ibuprofeno suele actuar con mayor rapidez en el paciente, pero los efectos del consumo de naproxeno suelen durar más que el otro medicamento.

La decisión de pautar uno u otro medicamento dependerá entonces de la sintomatología del paciente y de su propio cuerpo, que reaccionará a cada uno de una forma distinta. Además, cada compuesto tiene sus propias contraindicaciones, que se han de tener en cuenta, siendo el naproxeno el medicamento el que presenta un menor riesgo cardiovascular frente al ibuprofeno, mientras que este último tendría menos posibilidades de provocar efectos gastrointestinales negativos.

Sin embargo, antes de consumir alguno de los dos, se deben tener en cuenta los consejos generales respecto al grupo de medicamentos AINE, por ejemplo, desaconsejado para mayores de 65 años, embarazadas o personas que presenten problemas de tensión o renales, puesto que pueden producir problemas estomacales (entre ellos úlceras), daño en los riñones y presión arterial alta, entre otros.