Muere un bebé de 2 años tras atragantarse con un anacardo, ¿Cómo actuar en estos casos?
Sucesos
Los frutos secos y las semillas son la principal causa de atragantamiento en niños entre uno y cuatro años
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El pasado 23 de julio, un niño de dos años falleció en el Hospital Clínico de Valladolid al haber ingerido un anacardo que le provocó un atragantamiento. El menor ingresó en la unidad de Urgencias del Hospital de Palencia con una parada cardiorrespiratoria debido a la asfixia por el fruto seco que le entró en las vías respiratorias. El pequeño estuvo dos días en la UCI pediátrica del Hospital, pero finalmente no pudo superar la parada cardiorrespiratoria tan grave y prolongada que había sufrido. Los padres del menos han decidido donar sus órganos.
La presencia de cuerpos extraños en la vía respiratoria de un niño no es una patología frecuente, pero cuando sucede puede tener consecuencias graves, incluyendo el fallecimiento, según alerta la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica. De hecho, los frutos secos y las semillas son la principal causa de atragantamiento en niños entre uno y cuatro años.
La mortalidad por este motivo se ha cifrado en nueve casos por cada 1.000 accidentes respiratorios por cuerpos extraños en niños. En concreto, la muerte por asfixia secundaria tras la aspiración de cuerpos extraños es la cuarta causa más común de muerte accidental en general en España y la segunda causa de muerte doméstica. Por ello, saber cómo actuar cuando se producen estas situaciones, resulta vital para evitar un desenlace fatal.
Cómo actuar ante un atragantamiento
Te explicamos, paso a paso, algunas maniobras sencillas que pueden salvar la vida del pequeño en un momento dado:
- Coloca al bebé boca abajo. Para ello, puedes sentarte y colocarlo sobre tus muslos o hacerlo de pie, con el bebé sobre el antebrazo.
- Si está consciente, pídale que hable, que tosa, o sople. Esto debería ser suficiente si las vías respiratorias están parcialmente obstruidas.
- Para ayudar dale cinco palmadas hacia fuera entre los omoplatos.
- Si no funciona, con cuidado, dale la vuelta y busca el centro del esternón, aproximadamente un dedo por debajo de la línea de los pezones. Con dos o tres dedos, hazle cinco compresiones lentas y profundas.
- Repite la operación hasta que el bebé expulse el objeto extraño o hasta que lleguen los servicios de emergencia: palmadas en la espalda, compresiones en el pecho.
- Empuje hasta que el niño expulse lo que estaba atorado en su garganta.
Por último, debes tener en cuenta que la maniobra de Heimlich sirve únicamente para desobstruir las vías respiratorias. Si el bebé tiene una parada cardiorrespiratoria, deberemos recurrir a las maniobras de ventilación y el masaje cardíaco.
La reanimación cardiopulmonar se realiza para asegurar el aporte de sangre oxigenada al cerebro. Se compone de dos partes: la maniobra de ventilación, o el “boca-boca”, y el masaje cardíaco. La primera sirve para hacer llegar el oxígeno hasta los pulmones de forma artificial, y la segunda para restaurar el pulso.
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