Mejorar los problemas intestinales o combatir la candidiasis: todos los beneficios de tomar probióticos

Si hay algo que ha enseñado la pandemia es la importancia de cuidarse, tanto física como mentalmente. En los últimos tiempo se han incorporado a nuestro vocabulario algunos términos que hace una década la amplia mayoría de personas desconocían ni que existían. Una de las palabras más de moda en el mundo de la salud y el bienestar son los probióticos, ya sea en forma de alimentos, bebidas o suplementos. De golpe y porrazo entre los huevos, las patatas, la carne, el pescado o la fruta se colaron en nuestra dieta términos del tipo kéfir, kombucha, chucrut, kimchi, umeboshi o tempeh. Probióticos recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que mejoran la salud general del organismo. Estos son todos los beneficios que podemos obtener de tomar probióticos.

Beneficios de los probióticos

Todos queremos saber cómo mantener sana nuestra microbiota y evitar el desarrollo de enfermedades graves. Se conoce que el estrés pasa factura a nuestro sistema digestivo y que una flora intestinal sana y rica en probióticos comienza a formarse desde el nacimiento, especialmente cuando el bebé nace por parto normal y cuando se alimenta exclusivamente del pecho materno en los primeros meses de su vida.

Existen ocasiones en los que la flora intestinal pierde su equilibrio. Las bacterias malas se apoderan del intestino y nuestra vulnerabilidad ante las enfermedades aumenta. Es momento de reforzar la ingesta de probióticos, cuyos múltiples beneficios están demostrados a través de diferentes estudios e investigaciones. Es respaldo ha posibilidad que aumente su consumo en los últimos años buscando entre otras aspecto la siguiente lista de beneficios que enumeran desde Quirón Salud:

• Combate y previene enfermedades intestinales (colitis, síndrome del intestino irritable, enfermedad de Crohn...).
• Combate enfermedades como cáncer, candidiasis, hemorroides e infección urinaria.
• Mejora la digestión y combate la acidez.
• Combate el estreñimiento y la diarrea, regulando el tránsito intestinal.
• Aumenta la absorción de nutrientes (vitamina B, calcio, hierro).
• Fortalece el sistema inmunológico.
• Impide la proliferación de bacterias malas en el intestino.
• Ayuda a digerir la lactosa.
• Previene problemas como obesidad, colesterol alto e hipertensión.
• Previene alergias e intolerancias alimentarias.
• Ayuda a mejorar el humor, evitando caer en enfermedades como la depresión y la ansiedad.
• Y los últimos estudios también adelantan que podría ayudar a mejorar condiciones como el autismo, ya que han detectado mejoras no solo a nivel gastrointestinal sino también a nivel del comportamiento, sobre todo en lo que a capacidad de escucha y concentración se refiere.