España encabeza la lista de países que más ansiolíticos consumen
Una de cada cuatro familias consumió ansiolíticos por primera vez en 2022
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Depresión, insomnio o ansiedad son palabras que ya resultan familiares en el día a día de nuestra sociedad. Todos conocemos a alguien de nuestro alrededor que las ha padecido, sobre todo en los últimos años, si es que no las hemos experimentado en nuestro propio caso. Una epidemia silenciosa que está provocando una oleada de 'adictos' a los antidepresivos y que ya ha posicionado a nuestro país en el podio. Según los resultados del XII Barómetro de las Familias, el consumo de ansiolíticos en los hogares españoles ha aumentado y una de cada cuatro familias reconoce que ha consumido por primera vez algún ansiolítico el año pasado. De hecho, un dato curioso es que los españoles han aumentado el consumo de ansiolíticos y han disminuido el del alcohol y tabaco desde 2020. Un problema que se está extendiendo a todos los estratos de la sociedad, pero más notablemente entre los jóvenes, jóvenes,entre los que también ha aumentado la tasa de suicidios.
Unas cifras, según The Family Watch -Instituto de Estudios sobre la Familia-, que han aumentado con respecto a 2021 y que evidencian que tras la pandemia las familias españolas comienzan a sentir su impacto desde el punto de vista psicológico. Estos datos llegan en un momento en el que la salud mental está abarcando un plano cada vez más relevante en el debate social y público, aunque en muchos casos la depresión sigue siendo un diagnóstico y tema tabú, sobre todo para los más jóvenes.
En este sentido, la encuesta, realizada por la empresa de investigación GAD3 mediante entrevistas a 1.002 hogares de toda España, subraya que más de la mitad de los encuestados admite que, ellos mismos o alguien de su entorno, ha sufrido preocupación (77 %), irritabilidad (61 %), alteración del sueño (57 %) o angustia (54 %) durante el último año.
Exceso de recetas de ansiolíticos
Como país desarrollado con una población envejecida e inactiva, existe una tendencia creciente a medicar el malestar psíquico. Así, uno de los problemas que se advierten es que existe un exceso de recetas de benzodiacepinas debido a una incorrecta atención de los casos clínicos que expresan depresión o ansiedad. La organización de consumidores (OCU) denuncia que las benzodiacepinas son los medicamentos a los que más se recurre para tratar el insomnio o la ansiedad y la mayoría de las veces son la única alternativa que se le ofrece al paciente.
La mayoría de los expertos cree que esto se debe a las presiones en la atención primaria, donde se asigna poco tiempo a cada paciente, y en medicina de familia, donde la receta de este tipo de ansiolíticos se realiza a menudo sin la derivación de un especialista. Ignora la evidencia en las guías clínicas que sugieren una forma alternativa de controlar la ansiedad, los trastornos del sueño o del estado de ánimo que a menudo acaban resolviéndose con una receta de tranquilizantes.
En esta línea, los ansiolíticos suelen prescribirse para tratar elinsomnio y la ansiedad, pero se aconseja que su uso sea limitado en el tiempo, ya que pueden crear adicción. Esto es precisamente una de las causas por las que nuestro país se sitúa a la cabeza de su consumo, por una adicción más que por el padecimiento de algún tipo de trastorno.
Para ejemplificar esto, en 2021, en España se consumieron 110 dosis diarias de benzodiazepinas por cada 1.000 habitantes. Esto significa que un promedio de 110 personas por cada 1.000 consumen algún ansiolítico al día, esto es, unos cinco millones de habitantes, el 11% de la población española, consumió diariamente estos fármacos utilizados para el tratamiento de los trastornos de ansiedad o insomnio.
Estos datos muestran que en tan solo un año se ha incrementado casi el doble que en una década. Según datos del Ministerio de Sanidad, Andalucía lidera el podio con 16.946.084 envases facturados por el Sistema Nacional de Salud (SNS), seguida de Cataluña con 12.672.403 y la Comunidad de Madrid (11.808.626).
Las más consumidas en nuestro país siguen siendo el Alprazolam, Lorazepam, Diazepam, Clonazepam, Bromazepam (lexatin), Lormetazepam y Estazolam.
CAUSAS
Respecto a las causas de este deterioro de la salud mental, el barómetro indica que en los adultos se encuentran sobre todo en las dificultades económicas (70 %), el sentimiento de soledad (46 %), la incertidumbre (43 %) y la sensación de soledad (39 %).
A este respecto, la falta de asistencia psicológica y la pandemia silenciosa asociada a la salud mental ha provocado que, según datos del Ministerio de Sanidad del gobierno de España, el consumo de psicoléticos represente un crecimiento asombroso del 7% en 2021, respecto a 2020.
Sobre el impacto en la salud mental de los jóvenes, el informe señala que las familias consideran como principales motivos para ese deterioro la influencia de las redes sociales (53 %), el aumento del acoso en los colegios (43 %) y la baja autoestima (39 %). Más de la mitad de los hogares (52 %) cree que la situación económica actual en España es mala y una cuarta parte de los encuestados augura que dentro de un año la situación económica de su familia será peor, con niveles de pesimismo similares a los de la crisis sanitaria (30 % en 2021) o a los de la crisis financiera (27 % en 2012-2013).
Además, el barómetro incide en que más del 80 % considera que actualmente existen más dificultades para formar una familia que en generaciones anteriores y que la prioridad para los jóvenes sigue siendo viajar y conocer diferentes culturas (73 %), prosperar profesionalmente (65 %) y ampliar los estudios (50 %).
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