Elementos que comparten las parejas sanas y duraderas
Relaciones sanas
La pareja duradera camina junta y va en el mismo barco, aun cuando tienen diferencias
Además de amor, debe haber un cuidado diario para que la relación sea sana y duradera
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Tener una relación de pareja sana no significa tener una relación perfecta y que todo vaya bien, sino que ambos tengan los mismos valores, a la vez que caracteres distintos y complementarios. Las relaciones de pareja duraderas cultivan estas coincidencias y estas diferencias porque también tienen momentos de conflictos.
Una pareja es de dos y los dos son necesarios para avanzar. En este sentido, ambos tienen que intentar solucionar los problemas de una manera conjunta. En las relaciones de pareja sanas también se discute, pero si se aprende a llevar, los problemas se solucionan también de una manera sana.
Además de amor, debe haber un cuidado diario de la relación en el que se practique la responsabilidad afectiva y eso implica tener interiorizados ciertos hábitos que salgan de manera natural.
Ingredientes para que una relación de pareja sea duradera
- Se enfrentan a conversaciones incómodas y a temas que a veces pueden doler. Tienen una comunicación asertiva y expresan lo que le duele del otro, sin llegar al reproche. Por mucho que se opine diferente, si hay una relación de pareja sana, habrá un apoyo incondicional.
- Tienen contacto físico. Las parejas fuertes y duraderas necesitan sentir la piel del otro ya sean fundidos en un abrazo, con un beso o con una caricia. A veces solo se dan un abrazo en todo el día, pero es tan de verdad y con tanto sentimiento, que es capaz de recargar las pilas lo que queda de jornada.
- Hay comunicación. Hablan de los que les pasan con la propia pareja o con otras personas. Comunican sus necesidades y opiniones sin temor a ser juzgados, ni a que la otra parte se enfade.
- Tienen detalles el uno con el otro, aunque parezcan insignificantes. Se dedican palabras bonitas a lo largo del día con las que se demuestran el amor que sienten el uno por el otro. Por ejemplo, dejar una notita cariñosa en algún lugar de la casa.
- Se sienten libres dentro de la relación y se respetan mutuamente. Se dan espacio individual sin entrar en conflicto. Pero también pasan tiempo juntos porque a los dos les gusta estar con el otro.
- Confían el uno en el otro. La pareja tiene que ser transparente y no tener secretos. Deben ser buenos amigos y tener sentimientos incondicionales. Una pareja sana se alegra de los éxitos que le pasa al otro y le acompaña en los momentos difíciles.
- Hablan de sus problemas. Se escuchan, se comprenden y se animan en sus decisiones.
- Conviven con las diferencias. Se trata de viajar en el mismo barco, cada uno con sus particularidades. Lo importante es sentir que los dos caminan juntos de la mano, uno al lado del otro por una ruta que habéis trazado de manera conjunta.
- Se disculpan por los errores y trabajan en no repetirlos.
Llevar una relación de pareja incluye a veces pasar por momentos complicados, pero debe haber un compromiso por parte de los dos desde el principio. No tiene que ser firmar un papel o pasar por el altar, sino dedicar tiempo a cultivar esa relación de manera conjunta.
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