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A partir de los 40 años, el cuerpo empieza a perder masa muscular y suele ser a un ritmo más rápido. También hay desgaste en la densidad en los huesos, por lo que aumenta el riesgo de fracturas. Esto quiere decir que también aumentan las lesiones de manera espontánea, así como otras enfermedades crónicas.
Son procesos naturales de nuestro organismo en esta etapa de la vida que, inevitablemente, van a llegar a nosotros. Sin embargo, sí que podemos contribuir a mejorar nuestra calidad de vida, poniendo de nuestra parte, y es con la integración de hábitos saludables a través del ejercicio. En esta ocasión, los llamados "de fuerza" que, a su vez, están focalizados en el levantamiento de pesas.
Son consejos de los expertos de Fitnessdigital, quienes han contado a este medio los múltiples beneficios que tienen los ejercicios de levantamiento de pesas a partir de los 40 años. ¿Eres de los que piensas "Yo ya no tengo edad para"? Tienes los motivos. Ahora ellos te van a contar los beneficios y cómo trabajar para fortalecer la musculatura de una manera saludable porque, según estos profesionales del fitness, "el entrenamiento de fuerza ayuda a contrarrestar este proceso y es clave para mantener la movilidad y estar en forma en nuestro día a día".
Hay muchos factores dentro de nuestro organismo que justifican los cambios que se manifiestan con el paso de los años. Uno de ellos es que el metabolismo se vuelve más lento, lo que implica un aumento de peso. ¿Te suena? También conlleva otros problemas con una resistencia a la insulina derivando, en ocasiones, en una diabetes tipo 2. Así que entrenar con fuerza te va a ayudar a conseguir un buen funcionamiento metabólico.
La idea de trabajar con pesas no es por tener una figura más esbelta, sino porque a partir de los 40 años, somos más propensos a las caídas y a los accidentes. En este sentido, tener una musculatura y huesos más fuertes debido a la rutina de entrenamientos, combinados con ejercicios de carga de peso va a fortalecer tu estabilidad, mejorar la coordinación motora y, por tanto, habrá un menor riesgos de lesiones, entre ellas las fracturas de huesos y el desgaste producido por la osteoporosis.
No solo los ejercicios de fuerza tienen beneficios físicos, sino también mentales ya que mejora la función cognitiva y la memoria y, además, reduce el riesgo de deterioro cognitivo relacionado con la edad.
Esta es la teoría. Ahora hay que pasar a la práctica, no sin antes aprender la técnica adecuada para cada ejercicio porque si no lo haces bien, aumenta el riesgo de lesiones y disminuye su efectividad. Lo que sería "es peor el remedio que la enfermedad".
Cada caso es personal y cada entrenamiento también debería serlo ya que primero tienes que conocer cada herramienta y para qué sirven cada una de ellas. Para eso, se necesita el asesoramiento de alguien que sepa de fitness, que te vaya iniciando en este mundo con pequeños pesos ligeros con los que poder completar las sesiones de 10 a 15 repeticiones sin demasiado esfuerzo y aumentando de peso progresivamente.
La idea es crear una rutina sólida con materiales de calidad para no lesionarte, aunque tengas dolores propios de un trabajo muscular y no porque estás lesionado. Así que ve poco a poco y no te pongas metas muy altas, sino sé realista y consecuente con lo que puedes alcanzar. "El hecho de establecer metas hace que la persona se encuentre más motivada y pueda medir su progreso a lo largo del tiempo", aseguran los expertos de Fitnessdigital.
Ponerte metas claras y acorde a tus posibilidades es un gesto de sinceridad contigo mismo. Por eso, tienes que seguir con esa coherencia y escuchar a tu cuerpo, educándolo con rutinas y con la ayuda de un entrenador personal que te motive en tus etapas de estancamiento.
1. Calentamiento: Comenzar con 5-10 minutos de cardio ligero en una máquina como la cinta de correr, la bicicleta estática o la elíptica. Esto ayuda a aumentar la temperatura del cuerpo y a preparar los músculos para el ejercicio.
2. Ejercicios de fuerza: Dividir cada ejercicio en series de 2 a 3 y de 8 a 12 repeticiones, descansando brevemente entre cada serie. Para realizar ejercicios de fuerza, podemos usar peso libre, como mancuernas o barras con discos, más asequibles y que nos permitirán hacer una gran variedad de ejercicios de fuerza.
3. Enfriamiento: Terminar con 5-10 minutos de estiramientos suaves realizados en una esterilla de yoga o en el área del gimnasio destinada a este fin. Hay que estirar los músculos que se trabajaron en el entrenamiento, manteniendo cada estiramiento durante 15-30 segundos y respirando profundamente. Esto ayudará a reducir la tensión muscular y a mejorar la flexibilidad.
4. Ventajas de trabajar la fuerza con un entrenador personal: Trabajar con un entrenador personal ofrece una serie de beneficios que ayudan a maximizar los resultados y optimizar la experiencia de entrenamiento.
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