El Edging: la práctica que puede llevarte a tener orgasmos largos e intensos
Salud sexual
Mantener un pico alto de excitación y controlar los orgasmos, puede llevarnos a tener el más intenso que hayamos experimentado. ¿Cómo? Te lo explicamos
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A solas o en compañía, en las relaciones sexuales, uno de los puntos clímax es el bendito orgasmo. Cuando se trata de cómo mejorar el sexo o tener orgasmos más intensos, se ha escrito de todo (y también se ha probado). En las redes y circulando por internet podemos encontrar todo tipo de consejos y prácticas. Pero, ¿y si te dijeran que evitar o aguantar el orgasmo puede producirte la madre de todos ellos?. Nadie podría negarse a aprender algo así. Por eso, te enseñamos como practicar el edging, una ténica de control del orgasmo que lo potenciará cuando finalmente lo liberes.
La practica se enfoca basicamente en postergar el clímax del placer o del orgasmo, manteniendo una constante elevada de deseo y excitación sexual. Es decir, que en el momento que se acerca el orgasmo dentengas toda estimulación y vuelvas a ella para incentivar de nuevo la búsqueda de placer.
Es parecido a estar en una montaña rusa, en la que el orgasmo es el punto final del viaje. Para controlarlo tienes que identificar muy bien el momento de antes, por lo que practicar en solitario es buena idea. Debes concentrarte en las sensaciones que experimenta tu cuerpo para poder convertirte en un experto.
Si no conoces a un experto que pueda versarte en el arte del edging, puedes practicar tú mismo en casa, masturbándote. Escuchar a tu cuerpo y aprender cómo responde a ciertas sensaciones, presiones y ritmos es tremendamente útil no solo para el edging, sino para cualquier actividad sexual.
Cabe mencionar que esta práctica, a pesar de venderse como una forma de lograr orgasmos más intensos, en realidad lo que hace es que cambiemos el foco de atención, centrándonos en el placer y la excitación... y no exclusivamente en tener orgasmos.
Nuestro cerebro es el órgano sexual más potente, de manera que jugar con él es asegurarnos el placer. Es difsfrutar del viaje sin querer llegar demasiado pronto y que nos sepa a poco. Es imaginar y mostrarle al cerebro lo que llegará. Al mantenernos en un pico alto de excitación ésta es más intensa, y cuanto más excitadas estemos, más fácilmente llegará el orgasmo y más potente será.
¿Cómo practicarlo?
Cuando creas llegar al orgasmo, para. Deja que la energía sexual se calme un poco antes de comenzar de nuevo. Si no quieres ser tan extremo puedes continuar tocando lentamente otras partes del cuerpo, lo que mantiene la energía sexual pero no tan fuerte.
¿La clave? Todo reside en el control muscular que permitirá la prolongación del placer aumentando la sensibilidad corporal. Durante el punto máximo de placer, los genitales tienen contracciones involuntarias que pueden llegar a controlarse con la práctica de los ejercicios de Kegel tanto para hombres como para mujeres.
De este modo, una vez que se aprenda a controlar la musculatura pélvica, las sensaciones corporales serán mucho más placenteras e intensas –llevando a un placer cada vez más intenso. Hay quienes aseguran que hasta pueden disfrutar de un orgasmo de una hora. Esto se debe a que se produce un aumento en el flujo de la sangre hacia el área pélvica cuando se detiene el orgasmo y se continúa la estimulación.
¿Solo para hombres?
Esta técnica para retrasar el orgasmo es más común en hombres que en mujeres. De hecho, está recomendada en casos de hombres con eyaculación precoz. El objetivo en el caso de los chicos es obtener erecciones más prolongadas y lograr un nivel de excitación que permita controlar en cierta forma la eyaculación.
Pero que que no cunda el pánico. Las mujeres también tienen erecciones de clítoris, por lo que jugar con él y estimularlo puede producir la misma sensación. Comienza con una estimulación normal del clítoris y antes de tener las contracciones vinculadas con el orgasto, para. Es importante dejar o ralentizar los estímulos en la zona.
Cuando la sensación de orgasmo inminente ha desaparecido, se comienza de nuevo desde el principio y se toma un breve descanso. Este punto es tal vez el más complicado, pues requiere de práctica y paciencia. Combinar movimientos lentos y rápidos, circulares (o con un juguete sexual de diferentes velocidades) puede ser de mucha ayuda.
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