Descubren una de las claves para estudiar mejor y más rápido
Cuidarse es fundamental para rendir en cualquier aspecto de la vida. Para estar despierto, que no se nos escape nada de lo que estamos haciendo o aprendiendo. Buenas alimentación, algo de ejercicio y descanso, mucho descanso. Y del bueno. Desde finales del siglo XIX se sabe que descansar cuando estamos en proceso de memorización de algo facilita el proceso. Ya sabes: lección dormida, lección aprendida. Sin embargo, ahora lo que ha descubierto un grupo de científicos del Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares NINDS de los NIH es que la importancia del descanso despierto como una de las claves para estudiar mejor y más rápido gracias a un mejor proceso de aprendizaje, algo que han dejado reflejado en este estudio publicado en Cell Reports.
Para niños que están empezando a concentrarse para estudiar, adolescentes que acometen sus primeros maratones de estudio, universitarios que tienen que aprender a gestionar su tiempo y medir sus esfuerzos para rendir cuando más lo necesite, opositores inmersos en la dura batalla de retener en su memoria toda la información que necesitan para después 'cantarla'.
Los investigadores, liderados por el Dr. Leonardo G. Cohen y Ethan R. Buch, científico de planta de su equipo, analizaron el comportamiento de unas 30 personas en perfectas condiciones de salud y se encontraron con la sorpresa de que durante el descanso entre momentos de estudio los cerebros de los voluntarios reproducían rápida y repetidamente versiones más rápidas de la actividad observada mientras practicaban escribir un código. Cuanto más repetía un voluntario la actividad, mejor se desempeñaban durante las sesiones de práctica posteriores, lo que sugiere que el descanso fortaleció los recuerdos. ¿A qué se debe este fenómeno? Parece ser el período en el que nuestros cerebros comprimen y consolidan los recuerdos de lo que acabamos de asimilar.
Prueba de los cinco dígitos
El experimento al que sometieron a los voluntarios para aprender a escribir un código de prueba de cinco dígitos con la mano izquierda detectó que el rendimiento de aprendizaje resultaba mayor incluso que el obtenido después de una noche de sueño. La clave del éxito radico en probar esta idea para constatar que varias formas de memoria dependen de la reproducción de la actividad neuronal ¡Y acertaron!
De acuerdo a esta investigación para retener los nuevos conceptos nuestro cerebro lo que hace es reproducirlo rápidamente durante las pausas al momento de realizar dicha actividad. La repetición de esos recuerdos ocurren hasta 20 veces más rápido que el mismo acto físico de realizar la acción, por lo que si dormir resulta fundamental para consolidar nuestra memoria, más lo puede hacer el descanso despierto por la velocidad de reproducción del conocimiento que estamos adquiriendo.
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