Batería mental: qué es, qué factores intervienen en el agotamiento mental y cómo podemos recargarla
Investigación y Tecnología
Según la psiquiatra Marián Rojas Estapé: "Cuando la batería mental se va agotando, empieza a salir esa parte de nosotros que nos gusta menos"
Si todo te molesta y te irrita, es un claro signo de que tu batería mental está agotada y necesitas desconectar de todo lo que te rodea
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Uno de los principales indicios de que necesitamos recargar nuestra mente es la falta de concentración e influye mucho nuestra capacidad de prestar atención. La psiquiatra Marián Rojas Estapé lo compara como una batería que está llena al comenzar el día en la que tenemos más energía, estamos más concentrados y que se va agotando al finalizar la jornada.
Cuando la pila o la batería mental se va agotando, dice la psiquiatra, "empieza a salir esa parte de nosotros que nos gusta menos" y en esto influye nuestra capacidad de prestar atención y "lo importante es conocer cómo funcionamos".
Estamos en una época del año en la que tanto si trabajamos como si estudiamos, cualquier actividad ya nos cuesta un mundo y nuestro cerebro nos pide descanso porque nuestra batería mental se está acabando. Hay unas señales que lo manifiestan y que nos permiten identificarlo.
Señales que te están indicando que se está acabando la batería mental
Hagas lo que hagas, siempre estás cansado. Realmente ese cansancio es mental, pero se refleja en el aspecto físico, sobre todo si tu batería está al límite. Un signo muy común de este agotamiento suelen presentarse en los trabajos mentales, para los que se tienen mayor dificultad de concentración, tanto si es para estudiar como para trabajar, sacar nuevas ideas, etc. Presta atención, como aconseja Marián Rojas Estapé, porque esta es una señal clara de que el cerebro necesita desesperadamente descansar.
El agotamiento de la batería mental también se refleja a la hora de conciliar el sueño. Es una paradoja porque si estás muy cansado, sería más entendible que el agotamiento te hiciera dormir profundamente. Sin embargo, cuando estamos agotados el sueño es uno de los principales afectados. De nuevo, presta atención a esta señal porque te está diciendo que algo está pasando.
¿Te encantaría hacer cosas? ¿Echas de menos hacer actividades que hace tiempo no hacías? Puede que sí, que lo eches de menos, pero cuando te dispones a planear, te das cuenta de que no te motiva como antes porque cuando estás agotado mentalmente, todo se vuelve más difícil. Por lo que podrías perder el interés por hacer las cosas que antes te gustaban. Este aspecto hay que mirarlo "con lupa" porque puede ser también un síntoma de depresión y en este caso habría que acudir a la ayuda profesional.
Estás más irritable. Si todo te molesta y te irrita, es un claro signo de que tu batería mental está agotada y necesitas desconectar de todo lo que te rodea.
Entramos en bucle
Puede que hayas entrado en bucle casi sin darte cuenta. En un mundo lleno de prisas e hiperactividad, dejamos poco tiempo a la observación y a la reflexión, pero hay que buscar ese hueco. Es necesario para nuestro cerebro silenciar las notificaciones del teléfono porque como dice Marián Rojas Estapé "se trata de que cojas el teléfono porque lo necesites y no que sea el teléfono quien te diga cuándo lo tienes que coger".
Llega un momento en el que tenemos tan normalizado el estrés y todos los factores que lo originan, que no nos parece raro dormir mal, vivir acelerado o tener ansiedad. Preferimos medicarnos y seguir con la multitarea que parar y resetear nuestro cerebro con actividades que nos hagan sentir bien, así como también desconectar el cable de las obligaciones. Pero no vale con hacerlo, hay que estar al 100% porque, ¿de qué sirve estar en una reunión y mirar el móvil constantemente? o ¿estar pensando en los emails que tienes que contestar? o ¿todo lo que te que queda por hacer? o, peor aún, ¿pensar que esa reunión social te está haciendo perder el tiempo?
Qué podemos hacer
"Cuando pasamos por alto los síntomas del estrés y seguimos andando poniendo buena cara al mal tiempo, nuestra batería emocional baja exponencialmente y llegamos a la reserva emocional". Esto lo aplica Marián Rojas Estapé argumentando que cuando llegamos a ese punto, salen de nosotros las cosas que no nos gustan: estamos más irritables, menos pacientes, comemos más comida basura, etc.
Hay que actuar al respecto tratando de encontrar esos factores que nos ayuden a restaurarnos, haciendo estas cosas que nos permiten desconectar la mente y salir del bucle. En este sentido, puedes hacer deporte, salir a caminar, escuchar música, quedar con amigos, meditar, comer bien, practicar la alternancia cognitiva y, sobre todo, dormir.
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