Aumento de las infecciones graves por Herpes zóster en España: qué es, síntomas y tratamientos que lo curan
Pese a su baja mortalidad, en los últimos años, se han identificado un aumento de casos en nuestro país que cursan mayor gravedad
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En España, se ha observado un incremento en las hospitalizaciones por herpes zóster, según un estudio del Instituto de Carlos III (ISCIII) que examinó a más de 65.000 pacientes diagnosticados con esta enfermedad en la base de datos de altas hospitalarias del Sistema Nacional de Salud entre 1998 y 2018. Los resultados demuestran que las hospitalizaciones por herpes zóster han aumentado en ese periodo de tiempo y que la vacunación en España está "bien alineada" con sus consecuencias clínicas, ya que se ha confirmado que los casos con mayor gravedad, en términos de mortalidad y reingreso hospitalario, coincide con los grupos de población en los que la vacunación está recomendada. Pero primero, ¿Cómo se desarrolla este virus?, ¿Cómo reconocer los síntomas a tiempo?, ¿Cuáles son los tratamientos hasta la fecha?
¿Qué es?
El virus del Herpes zóster, un tipo de herpesvirus, es responsable de dos enfermedades que se pueden prevenir mediante la vacunación. La varicela, varicela que se suele desarrollar en la infancia, tiene una vacuna disponible desde hace tiempo para su administración en la niñez. La otra enfermedad es la que da nombre al propio virus, la del herpes zóster, que se produce cuando el virus que causó la varicela permanece inactivo en el cuerpo y se reactiva más tarde en la vida adulta, lo que provoca esta infección. A pesar de tener una tasa de mortalidad baja, las posibles complicaciones de esta enfermedad pueden provocar discapacidad y reducir la calidad de vida de quienes lo padecen.
Síntomas
Los síntomas del herpes zóster pueden incluir dolor intenso, ardor o picazón en un área específica del cuerpo, seguido por la aparición de ampollas y una erupción cutánea. Normalmente, estas erupciones consisten en ampollas dolorosas que aparecen en el tórax, abdomen o rostro. Estas ampollas se transforman en costras después de 7 a 10 días y se desvanecen en un lapso de 2 a 4 semanas. También es posible experimentar fiebre, dolor de cabeza y fatiga.
El herpes zóster puede ser especialmente peligroso en personas mayores o en aquellas con sistemas inmunológicos debilitados. En estos casos, las secuelas más graves suelen ser:
- Neuralgia postherpética: Es la complicación más común y grave del herpes zóster. Consiste en un dolor crónico y persistente que puede durar meses o incluso años después de que las ampollas hayan sanado. La neuralgia postherpética es causada por la inflamación de los nervios que se produce durante la infección y se puede desarrollar aunque el virus haya cursado de forma asintomática.
- Infecciones secundarias: Las ampollas causadas por el herpes zóster pueden infectarse con bacterias, lo que puede provocar una infección secundaria. Esto puede ser particularmente peligroso para personas con sistemas inmunológicos debilitados.
- Problemas de visión: Si el herpes zóster afecta los nervios que controlan los ojos, puede causar problemas de visión graves, como inflamación de la córnea, ceguera temporal o permanente, y dolor ocular.
- Encefalitis: La encefalitis es una condición en la que el cerebro se inflama como resultado de una infección viral directa o debido a la inflamación provocada por un virus, vacuna o algún otro agente. En algunos casos, la médula espinal también puede verse afectada, lo que se conoce como encefalomielitis. Esto puede ser muy peligroso y puede causar daño cerebral permanente o incluso la muerte.
TRATAMIENTOS EN LA ACTUALIDAD
El tratamiento del herpes zóster para reducir la duración y la gravedad de la infección varía en función de los síntomas y la respuesta del paciente. En los casos más 'leves', se suelen aplicar los siguientes tratamientos:
- Antivirales: estos medicamentos pueden ayudar a reducir la duración de la infección y prevenir complicaciones. Ejemplos de antivirales comunes son el aciclovir, el valaciclovir y el famciclovir.
- Analgésicos: los medicamentos analgésicos pueden ayudar a aliviar el dolor asociado con el herpes zóster. Los analgésicos de venta libre, como el ibuprofeno y el paracetamol, pueden ser efectivos. En casos más graves, se pueden recetar analgésicos más fuertes.
- Antihistamínicos: estos medicamentos pueden ayudar a reducir la picazón y la inflamación en la piel.
- Compresas frías: aplicar compresas frías sobre las ampollas y la erupción puede ayudar a aliviar la comezón y el dolor.
- Lociones tópicas: aplicar lociones tópicas, como cremas con calamina, puede ayudar a aliviar la comezón y la inflamación.
En casos graves, pueden ser necesarias hospitalizaciones y cuidados intensivos. Para prevenir la infección, antes de contraerla, la mejor manera de prevenir el herpes zóster es a través de la vacunación. La vacuna contra el herpes zóster está disponible para personas mayores de 50 años y se recomienda para todas las personas mayores de 60 años. En este sentido, antes de finales de 2024, la nueva adición al calendario de vacunación para adultos se implementará en todo el territorio. Se aconseja que las personas de 65 años (nacidos en 1958) reciban dos dosis con un intervalo mínimo de 8 semanas. Además, gradualmente se incluirá a personas entre 66 y 80 años, comenzando por aquellos que cumplen 80 años.
Según indican desde el Ministerio de Sanidad, ''en España existen dos vacunas autorizadas: una vacuna atenuada y una vacuna producida por técnicas de recombinación de ADN compuesta por una glicoproteína (HZ/su). La vacuna atenuada contiene virus de varicela modificados en el laboratorio para debilitarlos y en una concentración superior que las vacunas de varicela.''
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