La aldaba
Carlos Navarro Antolín
El cinismo de Pedro Sánchez en Dos Hermanas
A medida que el tiempo avanza, el romanticismo ha experimentado una adaptación a las circunstancias actuales que se camuflan entre redes sociales, inmediatez, relaciones lejos del compromiso de antaño y aplicaciones de citas. Según una investigación realizada por la consultoría Kaspersky con dos mil españoles, aproximadamente el 40% de los encuestados admiten haber utilizado alguna aplicación para buscar pareja o ligar. Además, estas plataformas digitales también han dado origen a nuevos neologismos relacionados con las nuevas prácticas de citas. Términos como 'ghosting', 'pocketing' o 'Haunting' son solo algunos ejemplos de palabras que recientemente se han integrado en el léxico común y cuyo uso ha aumentado en los últimos años. Ahora, se ha sumado el término 'hardballing', que describe la actitud de muchas personas cuando se trata de ligar.
La generación Z, que abarca a aquellos nacidos desde mediados o finales de la década de 1990 hasta mediados de la década de 2000, está plenamente consciente de ello. Estas personas han estado usando internet desde una edad temprana y se sienten cómodas con la tecnología y las redes sociales. Es precisamente por esta razón que prefieren evitar el estrés y no perder el tiempo en el proceso de ligar.
Así, mientras que algunos adoptan un enfoque suave y sutil para acercarse a alguien, otros prefieren una táctica más directa y decidida como esta. El término "hardballing" proviene del mundo de la negociación, pero en el contexto de ligar, se refiere a una actitud decidida y directa para expresar interés romántico hacia alguien. Los que practican el hardballing son francos y abiertos con sus sentimientos, sin rodeos ni ambigüedades. A diferencia de los juegos de seducción o tácticas sutiles, los hardballers buscan conquistar con determinación y seguridad. ¿Cómo aplicarla con éxito? te lo contamos.
Lo principal es ser claro y directo al expresar tus intenciones hacia alguien que estás conociendo. Por lo tanto, la honestidad y sinceridad son fundamentales durante las conversaciones previas a una primera cita, evitando así crear expectativas falsas o ilusiones equivocadas. Esta táctica no solo es altamente efectiva para ahorrar tiempo, sino también para establecer una conexión auténtica y evitar malentendidos.
El aumento de relaciones superficiales y efímeras ha llevado a muchas personas a elegir la sinceridad y la franqueza como una forma de evitar complicaciones innecesarias tanto para sí mismos como para la otra persona en la comunicación. Este es el cometido de esta práctica.
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