Día Mundial Sin Alcohol
Cinco claves para saber si tenemos adicción al alcohol
El alopurinol es un medicamento que se usa para reducir la concentración de urato en líquidos corporales o en la orina, previniendo o eliminando acumulación de ácido úrico y uratos.
Por ello se receta para tratar las principales manifestaciones clínicas por depósito de ácido úrico y uratos como son la artritis gotosa, los tofos cutáneos y la afección renal con depósito de cristales o formación de cálculos. De esta forma se receta en los siguientes casos:
También se receta para tratar los cálculos renales de 2,8-hidroxiadenina y el tratamiento de litiasis renal mixta recurrente de oxalato cálcico en presencia de hiperuricosuria si han fallado otros tratamientos.
Sin embargo, no todos los pacientes pueden usar el alopurinol, sino que está contraindicado en caso de sufrir alergia a su principio activo o a algún otro de sus excipientes.
Por otra parte, será el médico el que deberá tener en cuenta el historial clínico y los medicamentos de uso habitual que puedan usarse a lo largo del tratamiento a la hora de recetar alopurinol. Su médico le indicará cómo y cuándo tomar las dosis.
Algunos pacientes que siguen un tratamiento con alopurinol pueden sufrir efectos adversos, estos efectos pueden variar según su severidad y depender también de factores como la dosis y si se administra con otros medicamentos. Las reacciones adversas frecuentes son las siguientes:
De forma poco frecuente y rara pueden darse los siguientes efectos secundarios:
En ocasiones pueden darse casos de vértigo, somnolencia y ataraxia que pueden hacer que conducir y manejar maquinaria sea peligroso, por lo que se recomienda no realizar estas actividades hasta tener la seguridad de que no afectan al comportamiento del paciente.
La lista completa de los efectos adversos pueden encontrarse en el prospecto del medicamento. Y en caso de sufrir alguno se debe poner en conocimiento de un médico o farmacéutico.
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