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El verano, con sus días calurosos y la diversión al aire libre, es una época del año muy esperada por muchos, especialmente por los más pequeños. Sin embargo, junto con el sol brillante y las actividades al aire libre, también llegan ciertas preocupaciones en materia de salud. Una de ellas es la proliferación de ciertas enfermedades e infecciones que encuentran un ambiente propicio en las altas temperaturas y la humedad, sobre todo para la piel, piel como el impétigo, una infección cutánea común en niños que parece intensificarse durante esta temporada. En los últimos días, se ha detectado un brote en nuestro país, más concretamente en Castellón. Los niños afectados sobrepasan la veintena y desde la central sindical han explicado en un comunicado que la patología ''destaca por ser especialmente contagiosa, por lo que no se descarta que en las próximas horas esta cifra aumente de manera significativa". Por ello, es fundamental tomar medidas extremas de precaución y asegurar una adecuada higiene cutánea, además de conocer los síntomas de esta enfermedad para así poder detectarla y tratarla a tiempo antes de que prolifere hacia un mayor número de casos.
El impétigo es una infección cutánea contagiosa causada generalmente por las bacterias estreptococos o estafilococos, y se propaga fácilmente en ambientes cálidos y húmedos, como piscinas, playas y áreas de juegos . Se caracteriza por la aparición de pequeñas ampollas rojas que se rompen y forman costras amarillentas o mieladas. Esta infección suele afectar la piel alrededor de la boca, la nariz, las manos y los pies, aunque puede propagarse a otras áreas del cuerpo a través del rascado o el contacto directo con una persona infectada.
Varias razones contribuyen al aumento del impétigo durante los meses de verano:
1. Ambientes cálidos y húmedos: Las altas temperaturas y la humedad del verano crean el entorno ideal para que las bacterias prosperen en la piel. Lugares como piscinas, playas y áreas de juegos, donde muchos niños se reúnen y comparten espacios, se convierten en posibles focos de contagio.
2. Mayor exposición al aire libre: Durante el verano, los niños pasan más tiempo al aire libre, lo que aumenta la probabilidad de entrar en contacto con superficies contaminadas y bacterias causantes de impétigo.
3. Heridas y picaduras de insectos: Los cortes, raspaduras y picaduras de insectos son comunes en verano debido a las actividades al aire libre. Estas heridas proporcionan una puerta de entrada para las bacterias y aumentan el riesgo de infección.
4. Menor higiene en lugares públicos: Durante las vacaciones y los viajes, los niños pueden estar expuestos a lugares públicos con una higiene deficiente, lo que aumenta el riesgo de contraer el impétigo.
Aunque el impétigo generalmente es una infección cutánea leve y se resuelve sin complicaciones en la mayoría de los casos, en ciertas situaciones puede llevar a consecuencias más graves, especialmente si no se trata adecuadamente o si la infección se propaga a otras partes del cuerpo. Algunas de las consecuencias más graves del impétigo incluyen:
1. Celulitis: Si las bacterias responsables del impétigo penetran más profundamente en la piel, pueden causar celulitis, una infección bacteriana más extensa que afecta los tejidos subcutáneos. La celulitis puede causar enrojecimiento, hinchazón y dolor intenso en el área afectada.
2. Infecciones sistémicas: En casos raros, el impétigo puede llevar a infecciones sistémicas, lo que significa que las bacterias ingresan al torrente sanguíneo y se propagan por todo el cuerpo. Esto puede dar lugar a condiciones potencialmente peligrosas, como sepsis o bacteriemia.
3. Glomerulonefritis postestreptocócica (GNPE): En algunas ocasiones, el impétigo puede estar asociado con la GNPE, una enfermedad inflamatoria que afecta los glomérulos de los riñones. Si bien esta complicación es poco común, puede causar problemas renales, como hematuria (sangre en la orina) y proteinuria (presencia de proteínas en la orina).
4. Foliculitis: El impétigo puede extenderse y afectar los folículos pilosos, lo que resulta en foliculitis. Esta condición se manifiesta como pequeñas protuberancias rojas alrededor de los folículos pilosos y puede causar picazón y malestar.
5. Infecciones cutáneas recurrentes: En algunos casos, el impétigo puede reaparecer o convertirse en una infección crónica, especialmente si no se trata adecuadamente o si existen factores que predisponen a la recurrencia, como la mala higiene o la presencia de otras afecciones de la piel.
Para prevenir el impétigo y reducir su propagación durante el verano, se pueden tomar diversas medidas:
Si a pesar de tomar estas medidas preventivas, notas signos de impétigo en tu hijo, como piel enrojecida, ampollas llenas de pus o costras, es importante que consultes a un médico para obtener un diagnóstico adecuado y recibir el tratamiento necesario. El tratamiento generalmente incluye antibióticos tópicos o, en casos más graves, antibióticos orales.
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