Visto y Oído
Francisco Andrés Gallardo
Emperatriz
El verano es una de las épocas más esperadas del año para la gran mayoría de personas. Sin embargo, lejos de las múltiples posibilidades para disfrutar que nos ofrece la temporada estival, las elevadas temperaturas de estos meses traen consigo algunos problemas significativos para la salud. Hablamos de los golpes de calor y la importancia de reconocer sus síntomas y saber cómo actuar ante ellos.
Según la Organización Meteorológica Mundial (OMM), se espera que los termómetros alcancen nuevos récords históricos en los próximos cinco años. Esto es algo que preocupa a los médicos y expertos sanitarios, ya que si las temperaturas excesivas se prolongan en el tiempo las posibilidades de sufrir golpes de calor también aumentan.
“El golpe de calor es un trastorno ocasionado por el exceso de calor en el cuerpo, generalmente como consecuencia de la exposición prolongada a altas temperaturas o del esfuerzo físico en altas temperaturas”, explica la Clínica Mayo sobre una situación que califica como “la forma más grave de lesión por calor”. Asimismo, puede ocurrir si la temperatura del cuerpo alcanza los 104ºF o, lo que es lo mismo, los 40ºC.
Si una persona sufre un golpe de calor, se trata de una urgencia médica que debe ser atendida lo antes posible porque de eso depende que se pueda recuperar. Por ello, es imprescindible reconocer los síntomas a tiempo y actuar en consecuencia.
Así, el Hospital Victoria Eugenia de la Cruz Roja en Sevilla, sostiene que “en estas situaciones, el cuerpo tiene dificultades para regular su temperatura por los mecanismos habituales como la sudoración, por lo que se produce un aumento de la temperatura corporal”. Además, aclara que el golpe de calor puede presentarse en el momento o después de varios días de altas temperaturas. Por todo ello, hay que fijarse bien en los siguientes síntomas:
Lo principal cuando existe la sospecha de que una persona esté sufriendo un golpe de calor es llamar a los servicios de emergencias en el 112. Una vez hecho esto, y mientras se espera la llegada de ayuda sanitaria, lo mejor es prestar una serie de primeros auxilios orientados a refrescar, en la medida de lo posible, a la persona afectada.
Por último, conviene tener presente una serie de recomendaciones para prevenir los golpes de calor. En este sentido, el Hospital Victoria Eugenia hace hincapié en la importancia de evitar comidas muy pesadas, bebidas muy frías o calientes, además del alcohol y bebidas azucaradas. Ante la sed, lo mejor siempre es beber agua.
Asimismo, es importante reducir la actividad física en las horas punta y proteger adecuadamente a los más vulnerables: los niños, los ancianos y las personas con enfermedades crónicas que puedan sufrir más duramente el exceso de calor.
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