Qué es el 'gas de la risa' y por qué es peligroso para la salud

El óxido nitroso o 'gas de la risa,' como se le conoce de forma más popular a esta sustancia, es una de las drogas cuyo consumo ha aumentado en los últimos años. Esto ha hecho que aumente la preocupación respecto a su uso recreativo por los peligros que puede ocasionar para la salud de las personas. 

¿Qué es el gas de la risa?

Esta sustancia es un gas que se utiliza por sus propiedades analgésicas, anestésicas y disociativas, según señalan desde el dosier del Plan Nacional sobre Drogas del Ministerio de Sanidad, siendo también incoloro y "casi inodoro". Se trata de una elección popular entre los jóvenes europeos por su bajo precio y la facilidad que existe para hacerse con él. En España, el consumo de esta droga se ha detectado especialmente en las más zonas turísticas de la costa, mientras que en otros puntos de Europa ha aumentado en países como Reino Unido y Países Bajos, según indican desde el Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías.

Esta droga puede encontrarse de dos formas, tanto como un líquido como en gas comprimido. Se suele consumir una  mezcla de 65% de oxígeno y de un 35% de óxido nitroso que se consume inhalada a través de globos "que funcionan como reservorio", de esta forma el gas "llega al cerebro a través de las vías respiratorias, actuando como depresor del sistema nervioso central".

No solo es una droga cuya popularidad ha aumentado en los últimos años, sino que también se usa en odontología por sus propiedades anestésicas, un entorno en el que no supone un riesgo para la salud de la persona, según la AEMPS. También es una sustancia utilizada en industrias como la alimentaria (en algunas "latas y dispensadores de crema batida") o en productos como encendedores de butano, refrigerantes, tanques de gas propano o para rellenar globos.

¿Qué problemas puede causar el consumo de esta droga?

Desde el Plan Nacional sobre las Drogas explican que los principales motivos por los que se consume esta droga (además de su bajo precio) es la sensación de euforia, junto con el “bienestar y risa”, lo que le ha dado su popular mote, además de la rapidez con la que hace efecto. Se trata de un gas de rápida absorción que se difunde de manera inmediata tras su inhalación y da paso a los efectos en menos de un minuto con duraciones máximas que se estiman entre los 15 y 45 minutos (dependiendo de la dosis consumida).

Su uso fuera de un contexto médico conlleva riesgos y puede provocar graves riesgos para la salud o incluso la muerte. Uno de los riesgos más importantes es la asfixia, dado que se trata de un gas licuado comprimido. Consumir óxido nitroso también puede producir alucinaciones, por ser una sustancia con propiedades anestésicas y disociativas, además de "vocalización incontrolada, alteraciones de la percepción, desorientación espacial y temporal o reducir la sensibilidad al dolor". Otros efectos negativos son las náuseas y los vómitos. 

En los casos más graves pueden producirse problemas de oxigenación en el cerebro, dando pie a desmayos o incluso paradas respiratorias. Y en grandes cantidades puede llegar a causar la muerte por asfixia, además de otros efectos como convulsiones, arritmias y parada cardiaca.

Se trata de una sustancia cuyo uso continuado o en grandes cantidades puede aumentar el riesgo de efectos nocivos en la salud. Desde el Plan Nacional sobre Drogas alertan de que un uso continuado del ‘gas de la risa’ puede tener como consecuencia daños en la médula espinal o llegar a causar la muerte. Un uso habitual o intenso en una misma sesión puede disminuir los niveles de vitamina B12 en el organismo, lo que podría llevar a "la aparición de problemas neurológicos y cognitivos".

También alertan de otros daños que se relacionan con el consumo de esta droga, como quemaduras en la boca y la zona superior del tracto respiratorio en los casos de inhalación del cartucho, debido a la baja temperatura que tiene el gas. Señalan también la posibilidad de que se den casos de hipoxia al retener el gas en los pulmones o por consumir en lugares cerrados. El consumo de este gas puede provocar alteraciones del equilibrio, con caídas y lesiones y llegar a ser una causa de accidentes de tráfico si se conduce bajo sus efectos.