Tribuna Económica
José Ignacio Castillo Manzano
Las Tres Gracias del presupuesto andaluz y Séneca
Salud
Granada/En la investigación médica, las diferentes disciplinas contribuyen de manera diversa a la comprensión, y cuando es posible, a la solución de un problema. La enfermedad de Crohn tiene cada vez mayor presencia en nuestra sociedad, y conviene saber por qué se produce, ya que según datos de la Confederación ACCU, los síntomas de esta enfermedad afectan a unas 300.000 personas en España, siendo una patología inflamatoria crónica de origen autoinmune que puede afectar a cualquier parte del aparato digestivo (desde la boca hasta el ano).
Crohn es el apellido del médico, el Dr. Burrill Crohn, que describió la enfermedad por primera vez en 1932 y quien, como dato anecdótico, no la padeció. No obstante, ¿por qué hay personas que la sufren y qué ocurre al padecerla?
Los síntomas de esta enfermedad son muy variables dependiendo de dónde esté localizada la inflamación. Los más frecuentes son los intestinales de los que se derivan de ellos:
Y aunque siempre se suele hablar de las consecuencias que produce en el intestino, en realidad, también llega a afectar a la boca, produciéndose incluso inflamación en los ojos, dolor en las articulaciones, placas rojas en la piel, piedras en el riñón o la vesícula.
Sin embargo, y aunque la enfermedad de Crohn es una patología crónica, las personas que la tienen experimentan los síntomas intermitentemente. Es decir, en períodos de brote (fase activa) que se intercalan con etapas en las que los síntomas están en remisión (fase inactiva).
La causa exacta de la enfermedad de Crohn se desconoce. Es una afección que se presenta cuando el sistema inmunitario del propio cuerpo ataca por error y destruye el tejido corporal sano (trastorno autoinmunitario). A pesar de los estudios y de los casos que se han observado en los hospitales y los centros de salud, lo cierto es que las causas de esta enfermedad siguen siendo un misterio.
Aunque sí que existen una serie de factores que pueden jugar un papel determinante en la aparición de la enfermedad de Crohn, como los genes y los antecedentes familiares, siendo las personas blancas o de ascendencia judía europea los que están en mayor riesgo; los factores ambientales; la propia tendencia del cuerpo a reaccionar de forma exagerada a bacterias normales en los intestinos; o, el tabaquismo, como uno de los malos hábitos que puede desencadenarla. Es decir, no hay una sola causa que produzca Crohn, pero lo que parece claro es que los pacientes no son culpables de la aparición de su enfermedad porque esta no se desencadena por algo que se hace o se deja de hacer, como la dieta o el estrés. Hay muchas teorías, pero pocas certezas. Por lo tanto, habrá que seguir investigando al respecto.
Tan misterioso es el origen como el tratamiento de la enfermedad de Crohn, ya que, al ser una patología crónica sin un tratamiento definitivo, aún no tiene cura. Lo que sí hay que tener en cuenta que la evolución de estas patologías puede variar en función de los tratamientos que se administren, aquellos que han demostrado producir cambios positivos en el pronóstico y evolución de la enfermedad a corto y a largo plazo.
No obstante, la evolución y la respuesta a los tratamientos existente es individual; es decir, la eficacia de estos tratamientos varía de unos pacientes a otros y a veces es necesario probar con distintos medicamentos hasta dar con el más efectivo para el paciente. Las personas diagnosticadas saben que van a tener que vivir con esta enfermedad durante su vida, aunque es cierto que se ha avanzado mucho para que puedan tener una calidad de vida mejor.
Lo que sí aconsejan los expertos sanitarios es beber mucha agua, además de evitar el alcohol, la cafeína, la fructosa, el azúcar, y reducir el consumo de grasas y todo tipo de alimentos que sean difíciles de digerir, ya que podrían provocar el aumento de las deposiciones. Por consiguiente, hay que hacer cambios en la dieta importantes y comer menos cantidad de comida, pero haciendo más comidas al día, y así evitar problemas de desnutrición o deshidratación.
Cada persona es diferente y a cada una le afecta de una manera distinta. Es por ello, que no hay un tratamiento común para todos los pacientes. Así pues, si tienes una consulta específica consulta a tu médico. Que no haya cura, no significa que no se pueda hacer un buen tratamiento para poder llevar mejor la enfermedad.
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