La leucemia linfocítica crónica tendrá cura antes de una década
Hematología
Expertos comparten una perspectiva muy optimista ante los resultados de los nuevos tratamientos
Es la leucemia más frecuente con 4 ó 5 casos por cada 100.000 personas
La leucemia linfocítica crónica (LLC) es el tipo de leucemia más frecuente en los países occidentales, con una incidencia estimada en 4 ó 5 casos por 100.000 habitantes y año, y
Epidemiología
Presenta una prevalencia significativa en zonas con población más envejecida
. Los últimos avances en torno a este cáncer de la sangre han permitido un diagnóstico más precoz de esta enfermedad y un mayor conocimiento de su biología y evolución. Gracias a ello, en los últimos años se han desarrollado nuevos tratamientos que están modificando la práctica clínica diaria. El amplio abanico de opciones terapéuticas disponibles a día de hoy y el impacto económico de las mismas hacen necesaria una continua renovación de los conocimientos por parte de los especialistas que tratan la LLC, con el objetivo de ofrecer el mejor seguimiento a los pacientes y elegir la mejor opción de tratamiento con la mayor eficiencia posible.
En este contexto, la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, el Grupo Español de Leucemia Linfocítica Crónica de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia y la Fundación Española de Hematología y Hemoterapia han organizado el II Curso Práctico para el Conocimiento y Tratamiento de la LLC.
El presidente del Grupo Español de Leucemia Linfática Crónica (GELLC) y jefe del servicio de Hematología en el Hospital Universitario Vall d’Hebron (Barcelona), Francesc Bosch, ha considerado en declaraciones a Europa Press que, gracias a la aparición de nuevos fármacos, “en menos de diez años” se estará “curando esta enfermedad”. “El avance de los últimos cinco años ha sido brutal y la previsión es que en menos de una década, probablemente, estemos curando la leucemia linfática crónica”.
Además, el presidente del grupo Español de Leucemia Linfática Crónica, respecto a los factores que predisponen la aparición de la enfermedad, ha recalcado que el más importante es la edad. Asimismo, según sus propias investigaciones, otra de estas causas es la “senescencia de los linfocitos” que, tal y como ha señalado, se traduce en que los linfocitos “se van haciendo mayores”, lo que facilita el desarrollo de la enfermedad”.
El GELLC tiene entre sus proyectos la creación de un registro nacional de este cáncer hematológico, para el que espera contar con el apoyo del Ministerio de Sanidad, Bienestar Social y Consumo. No obstante, “será difícil ponerlo en marcha porque todavía hay pacientes asintomáticos cuyo control no se lleva a cabo en los servicios hospitalarios de Hematología”, apunta la experta.
Con respecto al abordaje actual de la LLC, tanto el hemograma como la morfología y la citometría son esenciales en el diagnóstico de este cáncer hematológico. Además, “las pruebas genéticas y moleculares han modificado sustancialmente la elección del tratamiento”, según la experta.
Asimismo, el hematólogo ha concretado que, en las consultas, parte de la tarea es “explicar al paciente que muchas veces no van a necesitar tratamiento” y, en estos casos, recomienda “llevar una vida sana y vacunarse de la gripe y contra las neumonías para que no haya riesgo de infecciones”. “Hace dos años el tratamiento era lo que llamábamos quimioterapia, entonces, dábamos medicamentos, normalmente por vena, junto a lo que se llama anticuerpos monoclonales”, ha explicado.
La llegada delas terapias CAR–T
En el campo de la terapia celular, “el interés por las células CART va en auge en el ámbito de la LLC, al tiempo que los trasplantes alogénicos disminuyen”, señala Yáñez San Segundo. “El uso de fármacos capaces de modular las células T que acompañan a la LLC y sobre los que se construye el CART, podrían mejorar unos resultados que, a día de hoy, son inferiores a los observados con esta terapia en la leucemia linfoblástica aguda o los linfomas”. Con respecto al abordaje actual de la LLC, tanto el hemograma como la morfología y la citometría son esenciales en el diagnóstico de este cáncer hematológico. Además, “las pruebas genéticas y moleculares han modificado sustancialmente la elección del tratamiento”, según la experta. En relación con el tratamiento de primera línea, “la inmunoquimioterapia está siendo desplazada por tratamientos más selectivos”.
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