El dolor, un problema de salud
Los avances médicos aún no han sido capaces de acabar con los dolores crónicos, sólo aliviarlos
La subjetividad del dolor hace que no haya dos pacientes iguales
La Asociación Internacional de Estudio del Dolor define el dolor como una experiencia sensorial o emocional desagradable, asociada a daño real o potencial en los tejidos del organismo.
Como señal biológica de alerta, el dolor nos protege para la adecuada recuperación del tejido, ya que tendemos a mover menos la parte dolorida. Por eso no hay que ignorar el dolor.
Pero a veces el dolor se transforma en un problema de salud. Hay dolores crónicos de muchos tipos, desde migrañas, a fibromialgia, el dolor asociado a enfermedades de larga duración como el que sufren algunos pacientes oncológicos, el dolor del miembro fantasma tras una amputación, el que produce la artritis o la endometriosis, la fascitis plantar, etc. Todos ellos deterioran más o menos en la rutina diaria y la calidad de vida de las personas.
Los tratamientos para paliar el dolor son también muy variados, como recoge la Sociedad Española del Dolor (SED): medicación según el tipo de daño, inyecciones, sesiones de estimulación eléctrica, técnicas de bloqueo nervioso, ejercicios de rehabilitación, apoyo psicológico para tratar la ansiedad o depresión, acupuntura, etc.
Para aquellas personas que no logran reducir las molestias y que han perdido calidad de vida se han creado las llamadas clínicas o unidades del dolor, integradas por profesionales de la salud especializados en el cuidado de los pacientes con dolor.
Para la Organización Mundial de la Salud "el dolor crónico es una enfermedad y su tratamiento, un derecho humano". El Día Mundial contra el Dolor busca sensibilizar a la sociedad y fomentar la mejora constante en la terapia de los pacientes que sufren dolor.
En España, los expertos creen que hay "graves carencias" en el tratamiento del dolor crónico. El estudio Conociendo y educando en el dolor en la enfermedad crónica de la Plataforma de Organización de Pacientes y la Sociedad Española del Dolor señala que el 62% de las personas con dolor crónico nunca han sido derivadas a una Unidad del Dolor. Además, sólo el 14% ha recibido la atención de un médico especialista.
Es por eso que la portavoz de la SED, la doctora Concha Pérez, considera "fundamental impulsar medidas sanitarias que permitan mejorar el abordaje del tratamiento del dolor crónico en nuestro país, poniendo al paciente en el centro del sistema. Para ello sería fundamental implementar medidas que conlleven la mejora en la educación de todos los profesionales sanitarios, siendo imprescindible la creación de una asignatura obligatoria para el abordaje del dolor durante el pregrado y el postgrado".
Desde la SED también creen que una medida prioritaria es "implementar la capacidad de los médicos de Atención Primaria de derivar a sus pacientes a las Unidades del Dolor y que conozcan las carteras de las Unidades del Dolor para saber en qué pueden ayudar al sufrimiento de estos pacientes".
También te puede interesar