La diálisis peritoneal permite a un paciente cumplir su sueño

Jean-Louis Clémendot, enfermo con insuficiencia renal, zarpó del puerto de Lanzarote el pasado 28 de noviembre y llegó ayer a la isla Martinica, en el Caribe

Clémendot, en su velero, surcando las aguas del Atlántico.
Clémendot, en su velero, surcando las aguas del Atlántico.
Redacción

24 de diciembre 2009 - 01:00

Cruzar el océano Atlántico en un velero navegando completamente solo es el sueño que Jean-Louis Clémendot, un hombre de 59 años de edad que padece insuficiencia renal, ha realizado durante el mes de diciembre. Y ha podido realizar esta aventura gracias a que está en tratamiento en diálisis peritoneal domiciliaria, una técnica que se puede llevar a cabo en cualquier momento y que permite a los pacientes desplazarse con autonomía e independencia, sin necesidad de acudir a ningún hospital a dializarse varias veces por semana.

Pero viajar no es la única libertad que ofrece la diálisis peritoneal domiciliaria. Dado que es el paciente quien controla este tratamiento, puede confeccionar un horario que se ajuste a su estilo de vida, lo que le permite tener una vida laboral y social activa. Además, según el doctor Manuel Macía, responsable de Diálisis del Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria, de Santa Cruz de Tenerife y portavoz del Grupo para la Evaluación Económica del Tratamiento Sustitutivo Renal, "como la diálisis peritoneal es capaz de mantener mejor la función residual de los riñones de los pacientes que tienen que comenzar tratamiento, es una modalidad óptima para iniciar diálisis y especialmente para los pacientes que pueden ser candidatos a un trasplante". Asimismo, cabe destacar que "al realizarse de manera continua es la que más se acerca al normal funcionamiento de los riñones, es muy fisiológica y tiene muy buena tolerancia, lo que también ofrece claros beneficios", añade el doctor Macía. A pesar de las ventajas que ofrece la diálisis peritoneal domiciliaria, según la Sociedad Española de Nefrología, en España solo el 5% de los pacientes renales se beneficia de esta técnica, uno de los porcentajes más bajos de Europa, debido en gran parte a la falta de información que tienen los pacientes sobre este tipo de tratamiento.

Jean-Louis Clémendot es un apasionado de su barco Harmattan, un velero de 15 metros. Tras navegar por el Tour de Córcega, las Islas Canarias y posteriormente el mar Mediterráneo, Jean-Louis tuvo que abandonar su proyecto de navegar por la Patagonia a través del Cabo de Hornos cuando este verano le comunicaron que necesitaba someterse a diálisis. Sin embargo, Jean-Louis no se rindió y ha cruzado el Atlántico solo, en su velero, para demostrar a los pacientes renales que la Diálisis Peritoneal no le ha quitado la libertad de navegar. De esta forma, el día 23 de diciembre ha llegado al puerto de Marín, de Martinica, situada en el Mar Caribe, tras un mes de viaje. De esta forma, Jean-Louis ha hecho su sueño una realidad. "Quería demostrar que la enfermedad no es un obstáculo y que puedo seguir viviendo la vida al máximo a pesar de la enfermedad renal", afirma Jean-Louis. Jean-Louis ha estado durante todo su viaje en contacto permanente con su equipo médico especializado (los doctores Christian Verger y Pierre Yves Durand) y ha transmitido diariamente por vía satélite sus datos médicos.

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