El desarrollo de alianzas será clave en el futuro de la industria farmacéutica

Los modelos se agotan. La fórmula empresarial totalmente integrada de la I+D del medicamento tiene fecha de caducidad en el 2020. Las principales compañías farmacéuticas no serán sostenibles, y su futuro dependerá de las habilidades para crear estrategias de colaboración, tras la constatación de las ineficiencias del modelo anterior. Esta es la principal conclusión que se desprende de la cuarta parte del informe Pharma 2020: Challenging business models publicado recientemente por PricewaterhouseCoopers.

Las farmacéuticas deberán reducir costes, mejorar la eficiencia de sus laboratorios de investigación, hacer más eficaz su presencia en los mercados emergentes y efectuar la transición desde la producción de medicamentos a la gestión de resultados (la asistencia sanitaria, los proveedores y los pacientes son cada vez más exigentes). Varias tendencias están cambiando las reglas del mercado y el rol de los diferentes actores del sistema sanitario.

El estudio repasa las actuales tendencias de mercado y pone ejemplos de aquellos que ya han empezado a crear vínculos para el desarrollo conjunto de proyectos empresariales; ya sea con otras compañías del mismo ramo o con otros sectores, como el de las tecnologías de la comunicación. Vodafone, por ejemplo, ha llegado a un acuerdo con la compañía española Medicronic Salud y el fabricante Aerotel Medical Systems. Estas tres empresas permiten el seguimiento a distancia de enfermedades crónicas a través de los teléfonos móviles de médicos y pacientes.

El estudio propone dos modelos de colaboración. El federal responde a aquellas empresas capaces de estrechar lazos con un conjunto de entidades distintas (universidades, hospitales, firmas de análisis de datos), con las que comparte una infraestructura común. El otro modelo, diversificado, será clave para las grandes compañías del medicamento y busca ampliar actividades con servicios relacionados con el diagnóstico, los genéricos o la gestión de la salud. De esta manera, las farmacéuticas podrán reducir su dependencia de la I+D farmacéutica y, al participar en otras áreas sanitarias, diversificar sus riegos.