El decálogo definitivo para dormir a pierna suelta todos los días
El estrés, los cambios de hora, el exceso de alimentación, los ajetreos laborales, las crisis de pareja o las incertidumbres en torno a los familiares o amigos son algunos de los aspectos que pueden influir en el sueño, restando tiempo de descanso o empeorando la calidad del mismo. Miles de personas crecen y se desarrollan con la ambición de apurar el mayor tiempo del día, arañando minutos al reloj, sin ser conscientes de que varios estudios han demostrado ya que la falta de sueño aumenta el riesgo de sufrir enfermedades a medio-largo plazo. Dormir más aumenta la gratitud, la resiliencia y la prosperidad y, con el paso del tiempo, suele convertirse en objetivo prioritario para las personas. Al igual que desde la infancia se adquieren determinados hábitos de conducta también es importante que se conozcan (y apliquen) lo que los expertos de la Sociedad Española de Sueño califica como medidas de higiene de sueño, un conjunto de pautas y recomendaciones que contribuyen a mantener un sueño saludable. El decálogo definitivo para dormir a pierna suelta todos los días
1.La cama, para dormir
En primer lugar hay que tener claro que la cama es el santuario del sueño y está reservada casi en exclusividad para dormir y descansar. Eso de meterse en la cama a repasar correos del trabajo o ver una película de miedo hasta la madrugada no es recomendable.
2.Un horario fijo
También es importante que el cuerpo se acostumbre a que el momento de meterse en el dormitorio con la intención de dormir y descansar sea siempre en una franja horaria determinada. Y que las horas de sueño estén siempre entre las 7-8 recomendables al día. Nada de un día dormir 5 horas y al día siguiente darse un atracón de doce horas metido en la cama. Hay que establecer un horario regular para irse a dormir y despertarse
3.Ámbiente de dormir
Es fundamental que la habitación en la que vayamos a dormir cuente con una temperatura agradable, tanto en invierno como en verano. Para ello es necesario llevar a cabo tareas de ventilación y mantener la zona ordenada y cómoda para adquirir paz mental.
4.Aislamiento acústico
En el mismo orden de ideas el ruido es otro de los elementos más molestos a la hora de conseguir conciliar el sueño. Por ello se recomienda, aunque haya casos puntuales a los que escuchar música o la voz de la televisión encendida les relaja para dormir, bloquear todo el ruido que distraiga.
5.Oscuridad garantizada
El miedo a la oscuridad no puede tapar la realidad de que el cuerpo se relaja mucho más en un entorno oscuro. Es por ello que para alcanzar un descanso profundo es necesario eliminar la mayor cantidad de luz posible.
6.La importancia del pijama y las sábanas
Si hablábamos previamente de acondicionar la habitación adecuadamente para dormir, igual de importante, o más, es el atuendo que usamos para entrar en contacto con las sábanas y el tacto que tengan éstas. Usar ropa de cama cómoda y acogedora te facilitará la labor de dormirte antes y hacerlo de forma más profunda.
7.Deporte sí, pero no a cualquier hora
El séptimo de los mandamientos de la buena higiene del sueño tiene que ver con el deporte. A nadie se le escapa ya que practicar deporte es algo sano y beneficioso para la salud. Si lo extrapolamos a la ventajas que derivan hacia el sueño los expertos recomiendan hacer ejercicio regularmente, pero no justo antes de acostarse.
8.Siestas cortas
El horario fijo para dormir con sus horas estipuladas no le cierra las puertas a seguir llevando a cabo una de las tradiciones españolas: la siesta. Eso sí, lo realmente sano para nuestra salud es que las siestas no sean de más de media hora.
9.No tener la mente ocupada
Cuando nos acostamos para dormir es para eso: dormir. Dejar la mente en blanco y descansar. Nada de planificar las actividades del día siguiente en la cama ni nada por el estilo. Y en caso de tener problemas para conciliar el sueño se pueden llevar a cabo técnicas como el mental shuffling.
10.No demonizar los medicamentos
Por último, hay que ser conscientes de que dormir las horas necesarias y de forma adecuada es tan importante que en el caso de que no podamos conseguirlo de forma natural será necesario recurrir a los fármacos, únicamente de forma puntual y bajo prescripción de un especialista del sueño.
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