El más listo, el más extrovertido... Estas son tus características según seas el hermano mayor, el mediano o el pequeño

Sociedad

Raquel Narbona Valiente

14 de septiembre 2024 - 07:01

Hay gente que cree que el orden de nacimiento influye en la personalidad y este ha sido un tema de interés desde que el psicólogo austríaco Alfred Adler lo planteara por primera vez en la década de 1920. Desde entonces, varios estudios han explorado si ser el mayor, el mediano o el menor de los hermanos realmente moldea rasgos como la inteligencia, la responsabilidad o la extroversión.

¿El orden de nacimiento afecta la inteligencia?

A lo largo del tiempo, muchos han especulado que los hermanos mayores son más inteligentes. Los estudios, como el más grande realizado por la Universidad de Illinois, indican que, si bien puede haber una ligera diferencia en el coeficiente intelectual entre los primogénitos y sus hermanos menores, esta diferencia es mínima, casi insignificante. De hecho, se estima que el coeficiente intelectual de los mayores podría ser apenas 1 punto más alto que el de los menores.

Esta pequeña ventaja puede deberse a que los primogénitos reciben más atención y estimulación verbal en sus primeros años, lo que podría favorecer su desarrollo cognitivo.

El hermano mayor: el líder responsable

El primogénito es generalmente visto como el más responsableambicioso y mandón. Estos niños suelen asumir un rol de liderazgo dentro de la familia, ya que, con la llegada de los hermanos menores, se espera que tomen más responsabilidades. Este patrón de comportamiento está influenciado por las expectativas de los padres, quienes a menudo dedican más tiempo y atención al primero en los primeros años.

Sin embargo, esta presión también puede llevar a que desarrollen una tendencia al perfeccionismo y a ser controladores, dado que buscan complacer a sus padres y mantener el estándar que se espera de ellos.

El hermano mediano: el pacificador adaptable

Los hermanos medianos, por su parte, suelen ser negociadores naturales. A menudo, ocupan un lugar intermedio en las dinámicas familiares, mediando entre las demandas de los mayores y las necesidades de los más pequeños. Esta posición intermedia fomenta una personalidad más flexible y conciliadora. Según los estudios, los medianos son también más independientes y cooperativos, ya que aprenden a adaptarse tanto a sus hermanos mayores como a los menores.

Sin embargo, a veces el hermano mediano puede sentirse ignorado o “atrapado en el medio”, lo que puede llevar a una necesidad de buscar atención fuera de la familia o desarrollar una mayor rebeldía en ciertos aspectos.

Este fenómeno es lo que algunos llaman "el síndrome del hijo mediano", aunque no siempre se manifiesta de manera negativa.

El hermano pequeño: el aventurero extrovertido

El hermano menor suele ser descrito como el más extrovertido y aventurero de los tres. Al recibir menos presión de los padres y tener más libertad, suelen tener una personalidad más relajada y divertida. Los menores, muchas veces, tienen fama de ser encantadores y carismáticos, ya que aprenden a usar estas cualidades para llamar la atención que, en familias numerosas, puede estar más centrada en los mayores.

No obstante, el pequeño de la familia también puede desarrollar un rasgo de rebeldía y egocentrismo, ya que crece con menos restricciones y suele tener un trato más indulgente por parte de los padres. A pesar de esto, esta posición en la familia también fomenta la independencia y la creatividad.

El hijo único: una mezcla de características

Los hijos únicos tienden a compartir rasgos tanto del hijo mayor como del hermano menor. Al no tener que competir por la atención de sus padres, desarrollan una madurez temprana y una fuerte autonomía. Sin embargo, también pueden mostrar tendencias perfeccionistas y autosuficientes, dado que no cuentan con la compañía constante de otros hermanos para compartir responsabilidades.

Su interacción frecuente con adultos puede hacer que parezcan más maduros para su edad, y a menudo destacan en sus logros académicos y profesionales.

¿Es solo una cuestión de estereotipos?

La ciencia ha demostrado que no hay una relación significativa entre el lugar que ocupas en tu familia y tu personalidad a lo largo de la vida. Según varios estudios recientes, como los realizados por la Universidad de Illinois, el impacto del orden de nacimiento en la personalidad es mínimo. Los investigadores encontraron que, fuera de algunas diferencias sutiles en el desarrollo intelectual de los primogénitos, el orden de nacimiento no determina la personalidad.

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