Andalucía aún baraja cómo regular la venta de bebidas energéticas a menores

Es común ver a adolescentes consumir bebidas enlatadas en llamativos envases de marcas sobradamente conocidas en el mercado: las bebidas energéticas están de moda, y es una realidad.

Según dietistas y nutricionistas, estas bebidas son una opción poco saludable por su elevado contenido en azúcares, cafeína y otras sustancias estimulantes que en definitiva, alertan el normal funcionamiento del sistema nervioso.

No obstante, su consumo está muy extendido entre toda la población, especialmente los más jóvenes, debido a que la publicidad lo asocia frecuentemente a la mejora del rendimiento deportivo.

En ese sentido, los profesionales de la nutrición alertan de que su consumo elevado entre una población más joven puede acarrear malas consecuencias en la salud.

El Colegio Profesional de Dietistas-Nutricionistas de Andalucía (CODINAN) ha publicado un estudio, en referencia a este consumo, en el que baraja incluso la prohibición de la venta de bebidas con un contenido de cafeína mayor de 150mg/L a los menores de 18 años.

Más impuestos y nuevo etiquetado

Según el estudio, existen otras fórmulas para controlar su consumo como aumentar los impuestos a este tipo de productos o la creación de un etiquetado para las bebidas energéticas que se sitúe en la parte frontal del producto y disuada a los menores de su consumo.

De hecho, este gremio profesional recalca que en algunos países se están realizando políticas de salud pública encaminadas a la restricción publicitaria, transmitiendo un mensaje coherente y claro tanto a los jóvenes, como a sus padres.

Asociado al rendimiento deportivo

En la actualidad, se utilizan mensajes publicitarios que prometen aumentar la energía o el rendimiento y, a menudo, presentan imágenes asociadas a deportistas exitosos, aventura, diversión y una imagen corporal idealizada.

Estos aspectos que se destacan en sus anuncios es lo que esperan obtener los jóvenes como resultado de su consumo habitual y es su principal reclamo; sin olvidar la influencia que tienen las redes sociales y algunos influencers.

Sin avances en la regulación andaluza

En Andalucía, el presidente de la Junta, Juanma Moreno, anunció el pasado noviembre la creación de un grupo de trabajo en el Parlamento sobre un plan de prevención de adicciones en la infancia y la adolescencia, que comenzaría en 2024 y en el que se incluiría la prohibición en la comunidad la venta de bebidas energéticas a menores de edad.

Bajo el nombre de I Plan Estratégico de Salud Mental y Adicciones, que prestará especial atención en la detección temprana y en los trastornos sufridos por los jóvenes, el plan no cuenta aún con ningún avance al respecto.

Según el informe de este gremio profesional, en Europa, un 68 % de los adolescentes de entre 10 y 18 años consumió bebidas energéticas en el último mes, mientras que en torno a un 24% consumió una cantidad superior a siete litros al mes, lo equivalente a 28 latas de 250 ml.

Obesidad, hipertensión o problemas de atención

Según CODINAN, en España país más del 40% de los jóvenes ha consumido recientemente este tipo de bebidas y un 62% de los adolescentes las prefieren frente a otras bebidas.

Teniendo en cuenta estos datos de consumo entre la población más joven, el estudio pone de manifiesto que hay una estrecha relación entre la ingesta de estas bebidas y un aumento del riesgo de padecer obesidad, alteraciones en la composición corporal, problemas cardiovasculares, hipertensión e incluso cierta influencia en el comportamiento, la atención o daños neurológicos, en el caso de que se tomen en grandes cantidades.