La aldaba
Carlos Navarro Antolín
¡Anda, jaleo, jaleo!
Enfermedades
La alergia al sol hace referencia a diferentes tipos de patologías que afectan a la piel y que están relacionadas con una hipersensibilidad en la que interviene el sistema inmunitario,es decir, no es el sol el que da alergia, sino que son diferentes reacciones cutáneas que necesitan de la exposición solar para desarrollarse. Popularmente son conocidas como “alergia al sol” pero, realmente, no es el término clínico correcto. Son fotodermatosis.
Los signos y síntomas de la llamada alergia al sol depende del tipo de fotodermatosis. Las más habituales son las fotodermatosis de irrupción espontánea o causa desconocida (idiopáticas):
El tratamiento debe ser adecuado al tipo de fotodermatosis:
- Erupción polimorfa solar: Evitar la exposición solar y utilizar protectores solares de amplio espectro. En casos graves se pueden plantear la fotoquimioterapia profiláctica en dosis bajas. En pacientes en los que no se controle la erupción con estas medidas se pautará un tratamiento tópico con corticoides o un ciclo corto de corticoides vía oral.
- Prurigo actínico: Se recomienda cubrir la piel, evitar la exposición solar y utilizar fotoprotectores de amplio espectro. También se pauta la talidomida en ciclos intermitentes a dosis bajas.
- Dermatitis actínica crónica: Se prescriben fotoprotectores de pantalla total y bajo potencial alergénico.
- Urticaria solar. El tratamiento se basa en evitar la exposición al sol y en utilizar fotoprotectores de amplio espectro.Para ayudar a la habituación de la piel (fenómeno de hardening) un mes antes se puede pautar un tratamiento de antihistamínicos y betacarotenos vía oral.
- Hidroa vacciniforme de Bazin: Es muy infrecuente y suele aparecer en niños hasta los diez años. Suele coexistir con dermatitis atópica. Hay que evitar la exposición solar y se suele plantear la fotoquimioterapia profiláctica en algunos casos.
-Fotosensibilización por sustancias químicas (exógenas o endógenas): Eliminar la sustancia que causa los síntomas es el tratamiento principal aunque se debe vigilar una posible cronificación. Los fotoprotectores solares no protegen frente a la fotosensibilización por sustancias químicas. Por ejemplo, si se sigue un tratamiento con antibióticos se debe evitar la exposición solar durante el tratamiento y hasta tres días más tarde de finalizarlo.
Utilizar fotoprotectores solares que protejan la piel de la exposición solar, adecuados al tipo de piel y al estado de salud; y evitar la exposición solar, incluso con ropa que cubra brazos y piernas además de sombreros, son las medidas principales de prevención frente a una posible fotodermatosis.
También es importante recordar que si se sigue un tratamiento con antibióticos no se debe tomar el sol o estar expuesto a la luz sola durante el tratamiento y hasta tres días después de finalizarlo.
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