Más retos para el tejido industrial del sector del medicamento

Si algo ha demostrado la pandemia es la importancia de contar con un tejido empresarial e industrial farmacéutico nacional, que pueda dar respuesta no solo a las necesidades actuales, sino a cualquier futura emergencia sanitaria. Tal y como explica Javier Urzay, subdirector general de Farmaindustria “es necesario tener capacidades industriales en casa”. No solo para tener garantía de suministro, sino como valor económico y emblema de empleo de calidad. Para conocer cuál es realmente el tejido industrial del sector en España, Farmaindustria ha elaborado, gracias a ManageArt, un primer informe sobre la ‘Implantación industrial del sector farmacéutico en España”.

Entre las cifras más destacadas del mismo cabría resaltar que nuestro país dispone de 103 fábricas de medicamentos de uso humano, once de ellas de biológicos. Si se suman las fábricas de principios activos (46) y de uso veterinario (24), el total es de 173. De estas, su gran mayoría, el 46%, están situadas en Cataluña y el 23% en la comunidad de Madrid. El total de plantas corresponden a 122 grupos empresariales. Además, 106 de estas plantas corresponden a grupos empresariales españoles; es decir, el 61%. Pese a ello, las plantas de capital español son, en promedio, plantas de menor dimensión.

El número de empleados del sector se estima en 2022 en 36.338, el cual viene aumentado desde 2019. Además, sumando los empleos indirectos e inducidos, se puede afirmar que las plantas farmacéuticas contribuyen a un total de 183.506 empleos en España. Estos activos son claves en una producción por un valor que supera los 16.000 millones de euros. Una cifra que va en ascenso, ya que el informe señala unos crecimientos del 4,9% en 2021 y un 8,8% en 2022, a partir de una encuesta a directivos.

Con estas cifras, la tasa de inversión sobre el activo neto supera el 20% anual en promedio y ha ido aumentado desde 2019 hasta alcanzar aproximadamente un 27% del valor del activo en 2022. Además, el peso de la exportación supone más del 75% de las ventas y su peso también va en aumento. Si bien las exportaciones se han mantenido estables en los últimos años, hubo un importante crecimiento en 2021 debido a la exportación de vacunas Covid desde España al resto de la Unión Europea.

De esta forma el medicamento se posiciona ya como el cuarto producto más exportado de nuestro país. No obstante, la pandemia cambió abruptamente la forma de producir de muchas de las plantas. Incluso se abrieron líneas de producción de medicamentos de primera necesidad en tiempos récord de 72 horas. Como explicaba Emili Esteve, director del departamento técnico de Farmaindustria, “adaptar las líneas de producción ha salvado muchas vidas, y ha sido posible porque teníamos esa infraestructura, eso no hay que destruirlo, hay que reforzarlo”.

El objetivo de este informe es que sirva de punto de partida para aportar más conocimiento del sector a la población, y también para plantear nuevos retos y oportunidades de forma interna.

Así, destacaban grandes retos como impulsar el crecimiento del sector, con especial hincapié en el desarrollo de plantas dedicadas a la biotecnología como sector de futuro. Y es que, si bien España dispone de un buen ecosistema de investigación, la presencia de plantas de fabricación de tecnología aún es baja. Igualmente, es necesario potenciar la competitividad a la vez que se fomenta la cooperación dentro del sector. Otro punto clave es incrementar la sostenibilidad del sector farmacéutico. Cerca del 70% de la energía consumida por el sector cuenta ya con garantías de origen renovable.

Todos estos retos se ven empañados por la situación actual de inflación y aumento de costes en un mercado de precios regulados. Por ello, como conclusión, se señala que el futuro Plan Estratégico de la Industria Farmacéutica que ha anunciado el Gobierno puede ser un instrumento adecuado para articular este impulso a la fabricación de medicamentos en nuestro territorio.