Enfermedad cardiovascular
Colesterol LDL, clave para prevenir un segundo infarto
Día Contra la Polio
La poliomielitis es una enfermedad viral contagiosa que, en su forma más grave, provoca lesiones a los nervios que causan parálisis, dificultad para respirar y, en algunos casos, la muerte. Al inicio del siglo XX, pocas enfermedades daban más miedo a los padres de familia que la poliomielitis. La polio atacaba en los meses cálidos de verano, y cada cierto tiempo, las epidemias arrasaban las ciudades.
Aunque la mayoría de las personas se recuperaba rápidamente de la polio, algunas sufrían parálisis temporal o permanente, e incluso morían. Muchos supervivientes de la polio quedaban discapacitados de por vida, y eran un recordatorio, visible y doloroso para la sociedad, de las grandes cantidades de vidas jóvenes que cobraba la enfermedad.
La polio es el nombre común de la poliomielitis, palabra proveniente de los vocablos griegos que significan gris y médula, lo cual hace referencia hacia la columna vertebral, y el sufijo itis, que significa inflamación; poliomielitis, al abreviarse, se convirtió en polio. Por un tiempo, a la polio se le llamo parálisis infantil, aunque su efecto no era exclusivo para los más jóvenes.
Los síntomas que suele presentar la polio son: fiebre, dolor de garganta, dolor de cabeza, vómitos, fatiga, dolor o rigidez en la espalda, dolor o rigidez en el cuello y dolor o rigidez en los brazos o en las piernas. Debido a que no existe la cura para la poliomielitis (hay que recordar que esta enfermedad está erradicada en la mayoría de países del mundo a excepción de algunos de Asia y África), la atención se centra en el aumento del bienestar, la aceleración de la recuperación y la prevención de complicaciones.
Los tratamientos de apoyo consisten en lo siguiente: analgésicos, respiradores portátiles para ayudar a respirar y ejercicio moderado (fisioterapia) para prevenir la deformidad y la pérdida de la función muscular.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades recomiendan tomar precauciones para protegerte contra la poliomielitis si viajas a un lugar donde hay riesgo de contraer esta enfermedad (África y Asia). Los adultos vacunados que piensan viajar a una zona donde hay poliomielitis deben recibir una dosis de refuerzo de la vacuna antipoliomielítica inactivada. La inmunidad después del refuerzo dura toda la vida.
También te puede interesar