El cáncer en femenino, conoce los tumores más frecuentes en mujeres
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EL 4 de febrero se celebra el Día Mundial Contra el Cáncer
De todos es conocido que hay algunos tipos de cáncer que tienen género femenino, como es el caso del cáncer de mama, pero existen algunos otros que han aumentado su incidencia en la mujer en los últimos años.
Según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), los cánceres más frecuentemente diagnosticados en mujeres en España en 2020 fueron los de mama y colon y recto, seguidos a mucha distancia de los de pulmón, cuerpo uterino, vejiga urinaria, linfomas no hodgkinianos y el cáncer de tiroides, todos ellos con más de 4.000 casos al año. Y hay tumores que han aumentado de forma importante, como es el caso del cáncer de pulmón, que pasó de ser el cuarto tumor más diagnosticado en mujeres, según estimaciones del 2015, a ocupar la tercera posición en el año 2019; lo que parece tener explicación, según los expertos, en el aumento del consumo de tabaco en mujeres a partir de los años 70.
De la mano de distintos especialistas del Grupo Quirónsalud en Andalucía, pasamos a conocer más en profundidad las características de los tumores más frecuentes en la mujer, los principales avances para diagnosticarlos lo antes posible y las diferentes alternativas terapéuticas que existen en cada caso:
Cáncer de mama
Una de cada ocho mujeres (12%) padecerá a lo largo de su vida cáncer de mama, el carcinoma más frecuente entre las féminas. Sin embargo, tiene unas altas tasas de supervivencia; más del 90% de mujeres superan la enfermedad o esta se cronifica, consiguiendo una gran calidad de vida. En esta línea, como apunta el Dr. Claudio Maañón, responsable de la Unidad de Mama del Hospital Quirónsalud Málaga, “el cáncer de mama es una de las enfermedades que más estudios de investigación genera, así, los avances en el tratamiento asociados a la difusión de programas poblacionales han permitido alcanzar altísimas tasas de curación. El desarrollo de nuevos tratamientos médicos y el conocimiento y concienciación hacia la enfermedad han permitido, además, reducir notablemente la necesidad de cirugías extensas y agresivas, tendientes a conservar, en la gran mayoría de los casos, la imagen corporal de nuestras pacientes, así como una notable disminución de las secuelas postquirúrgicas.
Aspectos como la biología molecular de cáncer de mama, las plataformas genómicas, junto al diagnóstico precoz e investigación de nuevos fármacos, han hecho modificar el paradigma del tratamiento del cáncer mama y la supervivencia. Entre los procedimientos más beneficiosos en este sentido se encuentra la mamografía, mediante la que “se adelanta el diagnóstico entre dos y cuatro años, con una reducción de la mortalidad del 20-40% entre los 50-69 años”, destaca el doctor. Por el contrario, un 10-15% no se detectan en la mamografía —mujeres jóvenes o con mamas densas—, por lo que habría que complementar con ecografía o una resonancia. Por todo ello, incide el doctor Maañón, “las mamografías se recomiendan expresamente a mujeres a partir de los 50 años, siempre que no se hayan sometido a una en los 12 meses anteriores, algo que adquiere una relevancia vital si nunca se han hecho esta prueba diagnóstica”.
Entre los factores de riesgo evitables que aumentan la incidencia, se encuentran el alcohol y la obesidad. Asimismo, no haber estado embarazada nunca, tener antecedentes de familiares con cáncer de mama y exponerse a radiaciones ionizantes, sobre todo durante la pubertad, así como las mutaciones hereditarias relacionadas con el cáncer de mama, también aumentan el riesgo.
La prevención y la detección precoz son pilares fundamentales en la lucha contra el cáncer de mama, cuya incidencia, según los expertos, podría reducirse si se dejase de fumar, se hiciese ejercicio regularmente y se mantuviese una dieta sana. Por otro lado, termina señalando el especialista, “la detección precoz está, en gran parte, en nuestras manos, gracias a la autoexploración: métodos de palpación en pechos y axilas que ayudan a detectar señales de alarma”.
Cáncer colorrectal
El cáncer de colon ocupa el tercer lugar en el ranking de los cánceres de mayor incidencia en la mujer. Aunque el impacto es importante, también es cierto que los avances en las técnicas quirúrgicas hacen que cada vez sean mejores sus resultados. En este sentido, el Dr. Salvador Morales Conde, jefe de cirugía general y aparato digestivo y de la Unidad de Cirugía Laparoscópica Avanzada de Quirónsalud Sagrado Corazón, explica que la cirugía del cáncer colorrectal se ha revolucionado en los últimos años. “Actualmente nuestro equipo realiza el abordaje de esta patología prácticamente en todos los casos por vía laparoscópica, lo que permite un mayor confort en el postoperatorio y una más rápida recuperación, manteniendo los mismos principios de seguridad y de efectividad como técnica oncológica que la cirugía tradicional.
“La utilización de sistemas de visión en alta definición y 4K nos permiten una mejor visualización del campo quirúrgico, lo que facilita la realización de la misma”. Pero sin duda, apunta el especialista, la gran revolución más reciente aplicada en nuestros quirófanos es el concepto de la cirugía guiada por la imagen. En esta línea, “el uso del verde indocianina nos permite ver la correcta vascularización de los tejidos, permitiendo que la unión tras la extirpación del tumor se realice con más garantía lo que ha tenido un impacto importante en la reducción de número de complicaciones y en la necesidad de usar ileostomías (ano artificial) de protección en el cáncer de recto bajo, lo que tiene un impacto importante en la calidad de vida del paciente evitando además nuevas reintervenciones. Además, el uso del verde de indocianina también está siendo utilizado para identificar las vías de drenaje del tumor a los ganglios “lo que nos permite una cirugía más efectiva e individualizada en cada paciente, al poder identificar vías aberrantes de drenaje que se podrían escapar en condiciones normales”.
Sin duda, concluye Morales, “un mundo apasionante el que estamos viviendo en la cirugía del cáncer colo-rectal con el objetivo de hacer una cirugía más segura, con menos complicaciones, más funcional, ofreciendo mejor calidad de vida postoperatoria a nuestros pacientes y más individualizada en función de las características propias de cada uno de ellos”.
Cáncer de pulmón
El cáncer de pulmón es actualmente la segunda causa de muerte por cáncer en mujeres tras el de mama. En Andalucía la tasa de mortalidad por cáncer de pulmón en mujeres alcanza los 10,4 por cada 100.00 habitantes.La principal causa relacionada con el cáncer de pulmón es el tabaquismo, aunque en mujeres existen factores genéticos y hormonales que pueden predisponer también a su aparición, recuerda el Dr.Antonio Álvarez Kindelán, jefe del Servicio de Cirugía Torácica del Hospital Quirónsalud Córdoba.
En los últimos años se han incorporado nuevos recursos de tratamiento dirigidos frente a este tipo de tumores, las denominadas terapias dirigidas o personalizadas, con la que se están consiguiendo supervivencias prolongadas dependiendo del estadio de la enfermedad. Dada la alta letalidad del cáncer de pulmón en los estadios más avanzados, es necesario un diagnóstico precoz de los casos asintomáticos. Para ello, defiende este especialista, se están implantando métodos de cribado poblacional para personas en riesgo, mediante la realización de TAC de baja dosis. Esto es especialmente relevante teniendo en cuenta que la tasa de supervivencia a 5 años del cáncer de pulmón en estadio precoz es de más del 90%. Además, en los últimos años se han desarrollado algunos métodos de diagnóstico y tratamiento de gran relevancia, así como nuevos criterios moleculares para una caracterización más precisa de los tipos de cáncer de pulmón con avances en métodos de imagen como la PET y fusión PET-TC, técnicas broncoscópicas avanzadas para la biopsia de tumores y ganglios con control ecográfico (EBUS), y métodos de navegación broncoscópica.
Desde el punto de vista quirúrgico, según el Dr. Álvarez Kindelán, cabe destacar la capacidad de intervenir los pacientes con técnicas mínimamente invasivas (VATS y cirugía robótica), que implican una recuperación muy rápida con una corta estancia hospitalaria. Asimismo, otras opciones de tratamiento incluyen la radioterapia estereotáctica para tumores de pequeño tamaño en pacientes no subsidiarios de tratamiento quirúrgico, con la que se alcanzan en ocasiones resultados oncológicos superponibles a la cirugía en determinados pacientes.
Cáncer de cuello de útero
El cáncer de cuello uterino está causado por el virus del papiloma humano (VPH) y es una de las infecciones de transmisión sexual más comunes que afecta tanto a hombres como a mujeres, recuerda el Dr. Daniel Lubián López Jefe de Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Quironsalud Campo de Gibraltar.
En la mayoría de las mujeres cuando contraen la infección, desaparece de forma espontánea. Sin embargo, existe un porcentaje en el que provoca cambios anormales en las células del cuello uterino que evolucionan hasta originar cáncer.
Afortunadamente, según reconoce este experto, este tipo de cáncer se puede prevenir con la vacuna contra el VPH que se recomienda entre los 9 y los 14 años. Además, casi totalidad de los canceres de cuello de útero se pueden evitar con una citología periódica. “Es importante recalcar que la infección del VPH depende del contacto sexual, y el preservativo no protege, por lo que toda persona sexualmente activa está expuesta a poderse infectar”, recuerda el especialista de Quirónsalud.
Cáncer de vejiga
El cáncer de vejiga se produce cuando las células que componen este órgano comienzan a crecer de manera descontrolada formando un tumor que si no es diagnosticado a tiempo puede llegar a invadir otras zonas de nuestro cuerpo lo que se conoce como metástasis. La causa más frecuente es el hábito tabáquico y las sustancias que contienen, al entrar en contacto con las células de la vejiga producen mutaciones que provocan este crecimiento descontrolado, explica el Dr. Pablo Navarro Vílchez, jefe del Servicio de Urología del Hospital Quirónsalud Marbella. El tipo más común es el carcinoma urotelial cuyo origen está en la superficie más en contacto con la orina. A medida que el cáncer crece hacia otras capas de la pared de la vejiga, suele ser más difícil de tratar.
“El tratamiento más habitual de este cáncer es a través de la uretra con un aparato denominado resector que nos permite ver el interior de la vejiga y eliminar esas lesiones de una forma mínimamente invasiva”, apunta el Dr. Navarro Vílchez. En la mayoría de los casos, según este especialista, con este simple procedimiento es suficiente pero en otras ocasiones necesitamos realizar lavados de quimioterapia a través de una sonda para evitar la aparición de nuevas lesiones. Sólo un pequeño porcentaje de pacientes necesitan una cirugía más extensa para tratar los cánceres de vejiga en estadios más avanzados. Tras la intervención, es necesario que la paciente no abandone las visitas periódicas al especialista para detectar signos de que el cáncer está regresando o localizar nuevos tumores de vejiga. El pronóstico para las mujeres y hombres que tienen cáncer de vejiga en sus primeros estadios es muy favorable, apunta el Dr. Navarro Vílchez.
Linfoma no Hodgkin
El linfoma no Hodgkin es un tipo de tumor maligno que se origina en células de la sangre (linfocitos) y que afecta fundamentalmente a los órganos del sistema linfático. El sistema linfático agrupa básicamente a los ganglios linfáticos, bazo, amígdalas, timo y médula ósea, pero realmente los linfomas pueden afectar a cualquier órgano del cuerpo.
El doctor Juan Nicolás Rodríguez, especialista en Hematología del Hospital Quirónsalud Huelva, explica que, en la inmensa mayoría de los pacientes, no hay una causa conocida e identificable que los provoque. “Pueden darse a cualquier edad si bien parece apreciarse un incremento de incidencia con la edad. Igualmente, hay una serie de circunstancias o enfermedades que pueden predisponer al desarrollo de un linfoma no Hodgkin”, indica el especialista. No existen diferencias en la incidencia en cuanto a sexos.
Según indica el doctor Rodríguez, existen diversas clasificaciones de los linfomas no Hodgkin, pero desde el punto de vista del pronóstico, podríamos clasificarlos básicamente en función del patrón de crecimiento tumoral, por lo que tendríamos los linfomas indolentes o de lento crecimiento y los linfomas agresivos, de crecimiento más rápido. “Esta velocidad de crecimiento determina a su vez la prontitud con la que esos procesos requieren tratamiento” afirma el hematólogo.
Los tratamientos a aplicar dependen del tipo de linfoma y menos de la extensión del proceso. Dicho tratamiento corre a cargo de los especialistas de Hematología. En la actualidad, concluye el doctor, disponemos de tratamientos muy eficaces y existen además en marcha ensayos clínicos que arrojan grandes expectativas para la obtención de nuevas terapias contra la enfermedad.
Cáncer de tiroides
Según la red española de registros de cáncer REDECAN, para 2021 se espera una tasa bruta de incidencia de cáncer de tiroides de 17,7 casos por cada 100.000 mujeres. Los tumores malignos del tiroides se originan en el 90-95% de las ocasiones en el epitelio folicular de la glándula, siendo su forma más frecuente el carcinoma diferenciado.
Son tumores poco frecuentes (supone alrededor del 1,5% de las mujeres) y suelen aparecer a partir de los 30-40 años como un nódulo tiroideo indoloro, detectado bien por palpación en la parte anterior del cuello o en el contexto de estudios rutinarios mediante ecografía, en la mayoría de los casos, explica el Dr. Daniel Díaz Gómez, cirujano general del Hospital Quirónsalud Infanta Luisa.
No obstante, como señala el especialista, el pronóstico de este tumor tiene una alta tasa de supervivencia, sobre todo en adultos jóvenes, gracias a los tratamientos y las técnicas quirúrgicas de las que se disponen mediante la extirpación de la glándula tiroides (tiroidectomía) con o sin exéresis de los ganglios linfáticos cercanos (linfadenectomía), según el tipo histológico y grado de sospecha de su afectación por el tumor. Este proceso también suele ir acompañado de un tratamiento de yodo radiactivo propio del Servicio de Medicina Nuclear con grandes índices de éxito.
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