El alcance global de la diabetes

Cooperación

El incremento de la diabetes es ya mayor en países de ingresos medios y bajos que en países ricos

Médicos Sin Fronteras pide esfuerzos para mejorar el acceso a las insulinas

Mohamed Hussein, paciente de diabetes tipo 1, enseña en las escuelas de Dagahaley, Kenia.
Mohamed Hussein, paciente de diabetes tipo 1, enseña en las escuelas de Dagahaley, Kenia. / Pablo Odongo

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha solicitado un Pacto Mundial de Diabetes con el objetivo de mejorar la atención sanitaria a las personas con esta patología y aumentar los recursos económicos y humanos para hacerle frente. Médicos Sin Fronteras (MSF) ha dado esta semana la bienvenida al lanzamiento de dicho pacto y ha subrayado la necesidad de acelerar la disponibilidad de más fuentes de insulina humana de calidad para favorecer el acceso. Esto es especialmente necesario para los habitantes de los países de ingresos bajos y medios donde la mayoría de la población tiene dificultades para obtenerla. El acceso a este fármaco también resulta fundamental en las circunstancias actuales de la pandemia dado que las personas con diabetes tienen mayor riesgo de padecer una forma grave de la enfermedad y de morir.

Según explica el doctor Francisco Bartolomé, responsable de Urgencias y Medicina Interna de Médicos sin Fronteras en España, esta campaña pretende, entre otros objetivos “incidir especialmente en las estrategias de acceso a la insulina, tanto para favorecer políticas de precios más justas, teniendo en cuenta que además es una patología crónica, como para poder involucrar a todos los actores y sistemas sanitarios implicados en la formación de profesionales y pacientes para mejorar su abordaje”.

"Actualmente donde más está incrementando la incidencia de la diabetes tipo 2 es en los países en vías de desarrollo"

El experto subraya que, lejos de los prejuicios que nos hacen ver esta enfermedad como una patología exclusiva de países ricos, “actualmente donde más está incrementando la incidencia de la diabetes tipo 2 es en los países en vías de desarrollo, cuando las enfermedades infectocontagiosas están más controladas”.

La prevalencia de la diabetes casi se ha duplicado en los últimos 30 años y, en estos momentos, su incremento es más veloz en los países de ingresos bajos y medios que en los de ingresos altos. Se calcula que para 2045 el número de personas con diabetes aumentará en todo el mundo en un 51% hasta alcanzar los 700 millones de personas y el mayor incremento tendrá lugar en África.

Se cumplen 100 años del descubrimiento de la insulina, pero solo la mitad de las personas que la necesitan tienen acceso

Asimismo, cree que “la situación es especialmente compleja en casos de diabetes tipo 1, que se da en población más joven”, y que “aún es necesario reducir estigmas y educar y formar a los pacientes para un adecuado control de la enfermedad”. Este año se cumplen 100 años del descubrimiento de la insulina, pero hoy, en todo el mundo, solo la mitad de las personas que lo necesitan tienen acceso a este medicamento esencial. Las barreras están relacionadas con los difíciles requisitos de almacenamiento, los complejos protocolos de tratamiento y los precios.

“Millones de personas en todo el mundo carecen en estos momentos de acceso a la insulina para controlar su diabetes y las previsiones nos dicen que la necesidad mundial de insulina se va a disparar, en gran medida debido al aumento de la diabetes de tipo 2 en los países de ingresos bajos y medios”, afirma la doctora Helen Bygrave, asesora de enfermedades crónicas de la Campaña de Acceso de MSF.

Almacenamiento refrigerado y termoestabilidad

En entornos de crisis humanitarias y países con escasos recursos, los requisitos de almacenamiento refrigerado y los complejos protocolos de tratamiento actúan como obstáculos. En este sentido, un estudio reciente de MSF y la Universidad de Ginebra sobre la termoestabilidad de la insulina ha demostrado que existe una variedad de insulinas que pueden almacenarse a temperaturas que oscilan entre los 25 y los 37 grados por un periodo de hasta cuatro semanas. Esto es particularmente importante en lugares donde los pacientes no cuentan con sistemas de refrigeración lo que les obliga a acudir, al menos dos veces al día y de por vida, a las clínicas para recibir las inyecciones.

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