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La actividad de donación y trasplantes creció en 2019 un 2,5 por ciento más que en 2018 y un 40 por ciento respecto a los últimos 6 años. "Todo esto es absolutamente abrumador y más conociendo que desde hace muchos años España parte de una situación de excelencia. Esto significa muchas vidas con una segunda oportunidad y menos impacto en la salud de las personas que se han beneficiado de un trasplante", ha dicho la directora general de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), Beatriz Domínguez-Gil.
Domínguez-Gil ha avisado de que la población "no es consciente" de todo lo que implica la donación de órganos, especialmente debido a que España ya se ha acostumbrado a escuchar que es "líder" en esta materia.
Sin embargo, reitera la "solidaridad" de las familias que en momentos de "extraordinario dolor" por la pérdida de un ser querido son capaces de pensar en otras personas; así como la "extraordinaria profesionalidad y capacidad organizativa" de todas las personas implicadas en la actividad de donación y trasplante.
"Un donante permite la realización de tres trasplantes y regala 30 años de vida y cuando facilita la realización de seis trasplantes está regalando hasta 56 años de vida. No hay ninguna intervención sanitaria que tenga este impacto en la salud", ha sentenciado.
Tras reconocer que la obtención de donaciones de órganos está siendo cada vez "más complicada" porque la mortalidad por causas que pueden derivar en una donación es cada vez "más reducida", Domínguez-Gil ha recordado las cinco líneas de actuación en las que está actualmente trabajando la ONT: la colaboración con los servicios de Urgencias, la utilización exitosa de órganos de personas de edad avanzada o infectados por el virus de la hepatitis C, la donación en asistolia, la donación pediátrica y la colaboración con la sanidad privada.
Precisamente este viernes se ha conocido que el Hospital Universitario Vall d'Hebron de Barcelona ha realizado por primera vez en España un triple trasplante de corazón, hígado y riñón a una niña de 10 años con una mutación genética ultra rara.
Un caso que, tal y como ha asegurado la directora general de la ONT, pone de manifiesto la "capacidad de diagnóstico complejo y tratamiento muy complicado" capaz de realizarse en España, el cual ha requerido la participación de "todo" el Sistema Nacional de Salud (SNS), especialmente en la búsqueda de donantes adecuados para la menor.
Se trata de la mutación del gen NEK8, una enfermedad "rápidamente progresiva" -hay incluso fetos con esta patología que nacen muertos- que provoca que los tejidos se esclerosen y los órganos dejen de funcionar, según ha explicado el jefe de del Servicio de Cirugía Hepatobiliopancreática y Trasplantes de Vall d'Hebron, Ramón Charco.
En el caso de Íria, la paciente, la enfermedad se manifestó primero en el corazón, cuando tenía cuatro meses de edad, aunque los médicos no sabían la patología específica que sufría. Íria entró en el hospital con una insuficiencia cardíaca grave, conectada a un respirador y con medicación intravenosa, y decidieron hacerle un trasplante debido a la gravedad de su situación.
El órgano llegó a las pocas semanas de entrar en la lista de espera, un caso excepcional ya que "hay casos de niños esperando el órgano durante siete meses o un año", según ha dicho el doctor Ferran Gran, coordinador médico de Trasplantes Cardíacos Pediátricos.
La mayoría de pacientes con esta mutación genética fallecen a los pocos meses de edad o no superan el período fetal, por lo que Íria es la paciente más longeva del mundo con esta patología y la primera que recibe un triple trasplante de corazón, hígado y riñón.
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