Estrechan el cerco al cáncer de pulmón
Investigadores andaluces han descrito el funcionamiento de ocho genes que podrían mejorar la selección de pacientes a tratar con inmunoterapia en neoplasias pulmonares
Anualmente se detectan en Andalucía unos 5.000 casos nuevos de cáncer de pulmón, lo que representa una prevalencia de más de 15 casos por cada 10.000 personas. Estos tumores ocupa el segundo lugar en términos de incidencia a nivel global y el cuarto en España, pero globalmente son la causa del mayor número de fallecimientos por cáncer.
En los últimos años, se ha observado un importante progreso en el tratamiento de pacientes afectados gracias a la incorporación de inmunoterapia y terapias orientadas a dianas moleculares concretas. Este avance ha llevado a un significativo aumento en la tasa de supervivencia y una mejora notable en la calidad de vida, lo que ha convertido a este tipo de tumor en un ejemplo destacado de la medicina de precisión en el ámbito de la Oncología. Nuevos fármacos, como los bloqueadores de puntos de control inmunes, se han mostrado especialmente útiles en el cáncer de pulmón de célula no pequeña. Un grupo de investigadores del Instituto de Investigaciones Biomédicas de Málaga (IBIMA), está centrado en el estudio de la inmunoterapia contra el cáncer y, entre otras líneas de trabajo, desde 2016 trabajan con diferentes tipos de marcadores que puedan predecir la respuesta y el pronóstico de los pacientes a los que se les administra la inmunoterapia.
Uno de estos investigadores, el Dr. José Carlos Benítez, oncólogo médico de la Unidad Intercentros de los Hospitales Regional y Virgen de la Victoria de Málaga, presentó en Barcelona el pasado mes de septiembre, en el congreso anual de la Sociedad Española de Oncología Médica, ocho de variantes genéticas que se asocian de forma significativa con la supervivencia global, la supervivencia libre de progresión y a la respuesta de los pacientes a este tratamiento. “Hemos comparado estos ocho genes con los diferentes factores pronósticos descritos en la literatura científica y hemos comprobado que algunos de ellos son independientes como factor pronóstico y predictivo de respuesta. Son especialmente interesantes cinco de las variantes presentadas, una de estas variantes incluso podría ser un marcador indirecto pronóstico y de respuesta”, ha explicado.
Su trabajo continúa con diferentes análisis, que confirman que el modelo de ocho genes permite predecir la respuesta al tratamiento con una elevada sensibilidad y especificidad (75% en ambos casos). Además, se está estudiando su relación con la toxicidad a inmunoterapia, con el objetivo de identificar una firma genética que permita predecir este efecto adverso y su intensidad.
La mediana de edad al diagnóstico de los pacientes fue de 64 años, con un 76,6% de hombres, de los que un 78% tenía enfermedad avanzada al diagnóstico. El tumor más frecuente fue el adenocarcinoma (73,3%). El 65% de los pacientes recibió bloqueadores de puntos de control inmunes en combinación con quimioterapia.
Medicina personalizada según el genoma
La inmunoterapia se ha convertido en una parte importante del tratamiento de algunos tipos de cáncer y ha supuesto un nuevo paradigma en oncología. Se están probando y aprobando nuevos tratamientos de inmunoterapia, y cada vez se conocen mejor los marcadores genéticos y moleculares que condicionan su eficacia. El investigador José Carlos Benítez aclara que su estudio aporta “datos preliminares que tenemos que validar; cuando lo hagamos, como esperamos, se abre una puerta a la Oncología personalizada, permitiendo elegir unas terapias u otras en función del genoma del propio paciente además de sus características clínico-patológicas y de la genética tumoral”.
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