Acercando el horizonte de la innovación contra el cáncer
Tumor agnóstico: cuando el cáncer tiene DNI
La cooperación entre especialistas, la participación de pacientes y los nuevos diseños de ensayos clínicos son claves para acelerar el acceso a la innovación
La llegada de terapias dirigidas acerca la medicina personalizada y cambia el paradigma en Oncología
La innovación en técnicas diagnósticas, terapéuticas y de análisis de datos han ido en los últimos años definiendo la medicina personalizada como una nueva forma de entender el abordaje clínico del cáncer. Este modelo se basa en la detección de marcadores genéticos que permiten elegir para cada paciente un tratamiento realmente ajustado al perfil molecular de su enfermedad. El impacto de estos nuevos paradigmas en oncología centró el debate celebrado el pasado jueves en Sevilla, organizado por Grupo Joly con la colaboración de Roche Farma, y que contó con la participación de doctor Enrique de Álava, jefe Servicio de Anatomía Patológica en el Hospital Universitario Virgen de Rocío; José Antonio Marcos, farmacéutico adjunto Hospital Universitario Virgen Macarena, el doctor Manuel Cobo, responsable de la Unidad de Cáncer de Pulmón del Servicio de Oncología Médica Hospital Universitario Carlos Haya; Ana Casas, presidenta Fundación Actitud frente al Cáncer; y Teresa Ramos, Head of Personalised Healthcare de Roche Farma España.
El doctor Álava realizó una aproximación a las mutaciones genéticas asociadas a distintos tipos de tumores y su impacto a la hora de afinar el diagnostico. “Encontramos mutaciones características de cada neoplasia y hay algunas transversales que aparecen en distintas neoplasias. Eso es lo que llamamos mutaciones transversales o comunes y que también se conocen como agnósticas. Tenemos el reto de encontrar esas alteraciones porque las vamos a poder tratar. Además, hay neoplasias raras, de baja incidencia, en las que esas mutaciones también son frecuentes. Tenemos tratamientos para esas mutaciones. El objetivo de encontrarlas implica retos organizativos, clínicos y de gestión”.
La precisión del diagnóstico conseguido con las técnicas de secuenciación ha favorecido este cambio de paradigma en oncología. Esto supone que las decisiones de tratamiento basadas principalmente en la localización del tumor han evolucionado hacia el tratamiento según la alteración genómica detectada. En este escenario surgen los tratamientos conocidos como tumor-agnósticos. Son tratamientos basados en la alteración molecular identificada independientemente de la localización del tumor primario.
Así, el doctor Manuel Cobo, apuesta por “afianzar el diagnóstico molecular, ya que la anatomía patológica está ampliamente estructurada y es el momento dar el paso para poder hacer un diagnóstico molecular completo”. Según expuso el experto, “los fármacos contra dianas moleculares específicas aumentan la supervivencia respecto a la terapia estándar. Tenemos que poner toda la carne en el asador para entre todos los especialistas acercar a los pacientes la medicina personalizada de precisión”.
La doctora Ana Casas, en su doble cualidad de paciente experta y oncóloga, propuso en el encuentro “adecuar el tiempo de actuación y elegir el mejor tratamiento en el momento adecuado”. En su opinión, “esto va unido al factor equidad, en nuestro entorno geográfico”. Para Casas, la coordinación entre equipos y hospitales es lo que facilita la equidad en el acceso. “El diagnóstico molecular es clave. Ya pasó el tiempo en que la quimioterapia era la única opción para casi todos. Ahora, antes de empezar un tratamiento deberíamos contar con un diagnóstico molecular. Los pacientes deben saber que está cambiando la situación, que estamos en una situación más ventajosa que evoluciona a una velocidad de vértigo”. Asimismo, aboga por lo que denomina “la esperanza activa”: “encarar los problemas con el mayor conocimiento posible”.
El criterio de farmacéutico hospitalario estuvo representado por José Antonio Marcos, del Hospital Carlos Haya de Málaga. “Cuando tenemos innovación terapéutica cuyo beneficio es muy grande, nuestro deber es acercarlo a los pacientes ya sea a través de uso expandido, ensayos clínicos u otras vías. El enfoque multidisciplinar ayuda a complementar y reforzar las decisiones terapéuticas”. Además, hizo hincapié en la necesidad de aunar la innovación terapéutica y la sostenibilidad. “Para ello hace falta innovar en la gestión, con fórmulas nuevas como el pago por resultados. También debemos ir de la mano con la industria para asegurar esa sostenibilidad. Necesitamos estrategias nacionales y autonómicas para poder explotar y acercar información clínica útil para la toma de decisiones en este ámbito”. Cualquier tipo de cáncer puede tratarse con una terapia tumor agnóstica siempre y cuando se haya detectado la alteración genética o molecular específica a la que se dirige el fármaco. Para ello será clave el trabajo multidisciplinar entre oncólogos y patólogos.
La digitalización puede ayudar a la toma de decisiones
Este nuevo entorno conlleva, además, un importante cambio de concepto, ya que invita a evolucionar desde un sistema sanitario enfocado básicamente en la enfermedad a un nuevo esquema asistencial centrado en el conocimiento profundo del paciente y en la gestión de los datos. Las posibilidades del análisis de ingentes cantidades de datos clínicos (big data) dependen en gran medida de la velocidad en la digitalización de las administraciones sanitarias. Asimismo, el acercamiento de las técnicas de secuenciación, la bioinformática y el análisis de datos tendrán un protagonismo especial a la hora de tomar decisiones clínicas. “Debemos generar la mejor información para tomar la mejor decisión. Esto tiene que ver también con datos de eficiencia, eficacia, seguridad y coste. Tomar la mejor decisión debe sostenerse en Comités Moleculares para trabajar de manera objetiva y compartida en función de esos datos”, indicó el doctor Álava.
Teresa Ramos, Head of Personalised Healthcare de Roche Farma, abordó la necesidad de compartir los datos de salud y “contar con registros y bases de datos genómicos, que permitirán acercan la medicina de precisión a los pacientes; ese acceso a los datos pasa por evolucionar digitalmente todos los sistemas sanitarios”. En su opinión, el reto para el sistema es llegar a todos los pacientes que son candidatos a estas terapias. “El acceso a estas terapias no está tan maduro como nos gustaría y debemos acercar la tecnología y la formación. Además de tener los datos, necesitamos software de análisis que puedan analizar la información y ofrecérsela a los oncólogos de la manera adecuada para poder tomar la mejor decisión para cada paciente”, explicó.
José Antonio Marcos subrayó también la innovación aplicada en el diseño y ejecución de ensayos clínicos. “Los datos en vida real serán los que nos ayuden a realizar un seguimiento de esas decisiones. Necesitamos más datos propios, de nuestros pacientes para poder comparar, evaluar y tomar decisiones”; por ello abogó por “la creación de registros autonómicos y nacionales que permitan recopilar información y saber qué resultados obtenemos”. En la misma línea, Teresa Ramos subrayó que “los datos en vida real son cruciales para poder impulsar modelos de financiación de coste compartido, ya que medir los resultados en salud permite demostrar qué es coste-efectivo y qué no lo es”.
También te puede interesar