¿PCR o test de anticuerpos? Así son las pruebas de diagnóstico de la Covid-19
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La pandemia causada por el nuevo coronavirus SARS-CoV-2 parece empeñada en no querer remitir y amenaza con marcar también el segundo semestre de 2020. Tras la primera oleada de contagios de esta pasada primavera, que dejó miles de fallecidos en nuestro país, en las últimas semanas se suceden los rebrotes por toda la geografía española y solo dejan una certeza: el virus sigue entre nosotros.
El sistema sanitario está sin duda más preparado, los hospitales han adaptado sus recursos materiales y humanos para atender tanto los nuevos casos de Covid-19 que puedan llegar como al resto de patologías, que por desgracia también siguen entre nosotros. Y también ha mejorado el diagnóstico de la enfermedad, clave a la hora de frenar la pandemia dado que los síntomas pueden tardar hasta dos semanas en aparecer y, en muchos casos, la enfermedad cursa de forma leve, lo que hace que para muchos la infección pueda pasar totalmente desapercibida.
Llevamos meses oyendo hablar de las pruebas PCR o de los test de anticuerpos, hay quienes se han sometido a una u otra por presentar síntomas asociados a la Covid-19, ante la sospecha de un posible contagio o como paso previo a la hora de incorporarse de nuevo a su ámbito laboral. Pero ¿realmente sabemos cómo funcionan? ¿Qué detectan cada una? “La PCR es una prueba diagnóstica para los primeros días de la enfermedad y cuando se tienen síntomas”, explica la Dra. Auxiliadora Caballero, jefa del Servicio de Urgencias del Hospital Quirónsalud Infanta Luisa de Sevilla, que además coordina el seguimiento de pacientes Covid-19 en el hospital, mientras que “la prueba serológica o test de anticuerpos está más indicada como screening poblacional y para valorar la inmunidad una vez que se ha tenido una PCR positiva”.
Test PCR: prueba de laboratorio para el diagnóstico de la enfermedad del coronavirus COVID-2019 (SARS-CoV-2)
La primera es un método molecular basado en la detección del ARN del virus SARS-CoV-2 por RT-PCR. Las siglas, que tanto hemos oído en estos últimos meses, vienen de la traducción en inglés de reacción en cadena de la polimerasa. Detecta la presencia del virus a partir de muestras respiratorias tomadas en la zona posterior de la faringe y “actualmente es la prueba de elección ante una sospecha de infección”, explica el Dr. Francisco Romero, director médico del Hospital Quirónsalud Campo de Gibraltar, dado que “detecta la contagiosidad de la enfermedad”. De hecho, añade, “en los pacientes con Covid-19, hasta que la PCR no es negativa se considera que el individuo es potencialmente contagioso”.
Al ser tan específica, un positivo en esta prueba estaría confirmando la detección del virus. Pero también es muy sensible, añade el Dr. José María Ignacio, jefe del Servicio de Neumología de los hospitales Quirónsalud Marbella y Campo de Gibraltar, por lo que un resultado negativo no siempre significa ausencia del virus ya que depende de la carga viral de la muestra. “Si se obtiene un resultado negativo de un paciente con alta sospecha de infección por el virus SARS-CoV-2, se deberá confirmar con una nueva prueba”, apunta.
Además, la fiabilidad de esta prueba es mayor en las primeras fases de la enfermedad, como explica el Dr. Francisco Ruiz, especialista en Medicina Interna del Hospital Quirónsalud Sagrado Corazón de Sevilla. “Durante los primeros siete días tras el inicio de síntomas la PCR es positiva en el 100% de los pacientes y se va negativizando según pasan los días, de manera que el porcentaje de positivos es del 90% entre los días 8-14 y del 70% entre los días 15 y 29 tras el inicio de los síntomas”.
Test de anticuerpos de tipo IgM e IgG frente al COVID-2019
En este tipo de pruebas, también llamados test serológicos, se trata de detectar los anticuerpos generados a partir de la respuesta inmunológica de nuestro organismo al estar en contacto con el virus. Se realizan mediante una muestra de sangre y mide dos tipos diferentes de anticuerpos: "Los de tipo IgM son marcadores de infección reciente y se detectan en un 90% de los casos entre los días 4 a 7 de la infección, siguen aumentando hasta el día 14 y luego empiezan a disminuir. Los anticuerpos de tipo IgG se detectan algo más tarde (de media el día 8 post infección), y aumentan hasta las 3 semanas, aproximadamente", advierte el doctor Miguel Marcos, director médico y jefe del Servicio de Medicina Interna del Hospital Quirónsalud Málaga.
De este modo, añade el Dr. Ignacio, puede haber casos en los que haya una IgM positiva, que indica que el paciente padece la enfermedad y está luchando contra ella, o que dé negativa pero la IgG siga positiva, “lo que quiere decir que el paciente se curó pero está inmunizado”.
Además, ambos expertos recuerdan la importancia de no confundir estas pruebas que se realizan con técnicas de referencia (ELISA/Quimioluminiscencia) y presentan una sensibilidad y especificidad cercana al 100%, con los llamados test rápidos , dado que éstos “son pruebas cualitativas (no cuantitativas) y presentan unos datos de sensibilidad y especificidad inferiores", recalca el Dr. Marcos.
¿Cuándo recurrir a una u otra?
La decisión sobre qué prueba diagnóstica hacerse no es aleatoria, ya que cada una aporta una información diferente y ayuda a tomar determinadas decisiones. “Podríamos resumir en que la PCR sirve para el diagnóstico temprano de la enfermedad y las pruebas serológicas para conocer si se ha estado en contacto con el coronavirus y se tiene inmunidad, al menos de forma transitoria”, apunta el Dr. Rafael Cuenca, jefe del Servicio de Medicina Interna del Hospital Quirónsalud Córdoba.
Por tanto, la recomendación para realizar una prueba u otra pasa por la existencia o no de sintomatología. “Éste es el elemento vertebrador para determinar qué prueba hay que realizar. Si existen síntomas compatibles con COVID-19 la prueba a realizar es siempre una prueba de PCR . Si el paciente lleva con sintomatología entre 4-7 días, se recomienda realizar también determinación cuantitativa de anticuerpos como prueba complementaria a la PCR. Si el sujeto ha padecido síntomas compatibles con COVID-19 hace más de 7 días y ahora se encuentra asintomático, la prueba a realizar sería la serología para determinar nivel de anticuerpos, con fiabilidad muy elevada”, añade el Dr. Ruiz. Y en el resto de casos, en los que no existen síntomas, se recomienda realizar de inicio una serología que habría que complementar con una prueba de PCR en caso de obtener un resultado de IgM positivo”, añade el especialista de Quirónsalud Sagrado Corazón.
De este modo, ahora con la llegada del verano son muchos los que quieren descartar si han padecido la enfermedad antes de viajar o reencontrarse con sus seres queridos a los que llevan tiempo sin ver tras el confinamiento vivido en primavera. “En estos casos, siempre que no presenten síntomas, lo más indicado es un test de anticuerpos para comprobar su estado de salud actual así como el pasado”, insiste el Dr. Christian Leyva, jefe del Servicio de Medicina Interna del Hospital Quirónsalud Huelva, aunque “si quiere tener una mayor seguridad se debe combinar con una PCR para tener la certeza absoluta de que ni se ha padecido la infección ni se tiene actualmente”.
Además, en todos los casos los profesionales insisten en la importancia de que las pruebas se realicen en centros cualificados, dado que “por ejemplo la toma de mucosidad orofaríngea de la PCR se debe tomar en la zona más profunda de las fosas nasales y el resultado adecuado de la prueba depende en gran medida de su correcta realización”. Además, apunta el Dr. Cuenca, “debe ser un médico quien interprete adecuadamente los resultados. A la hora de informar a los pacientes y también por una cuestión logística, si queremos tener control de la situación toda la información debe ser canalizada a través de profesionales sanitarios cualificados”, sentencia el especialista de Quirónsalud Córdoba.
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